Dos horas pueden dar para mucho a lo largo de este fin de semana en el Euskalduna. Es lo que tiene que el silencio esté prohibido para los instrumentos desde casi las once de la mañana hasta las nueve y cuarto de la noche. Esta es la XXII edición del festival Musika Música, con más de 70 espectáculos musicales hasta este domingo, 5 de marzo.

Ama, aita e hija (que también es pianista en ciernes). “Es la segunda vez que venimos. He de decir que me gustaba más el jazz que lo clásico”, añadía él. J.M.M.

Este ciclo ha vuelto a llenar el espacio de música sinfónica, de cámara, recitales y ópera. Pero también de un variado y abundante público que, programa en mano, pulula de una sala a otra al mismo tiempo que los y las intérpretes tampoco paran de ir de un lado para otro con instrumento y partituras encima.

Estos amigos de 20 años han compartido orquesta (Coral de Bilbao y Artebi) y ayer se unieron para ir a escuchar a la Orquesta de Budapest. J.M.M

Este sábado, a las doce de la mañana, la encargada de dar volumen al recinto era la Banda de Enseñanzas Profesionales del Conservatorio de Segovia, bajo la batuta de Víctor J. Fernández. Lo hacían desde el hall de la planta -1 frente, el Kiosko, a más de 50 personas.

Gorka tiene 5 añitos. Empieza a hacer piano y a ir a la coral. Sus aitas son fieles a las ediciones de Musika Música y a los conciertos de la BAO. J.M.M.

“Hemos interpretado dos obras: Mase Pérez el Organista y The Wind in the Willows y nos lo hemos pasado muy bien”, explicaba Juan Sancho Arran. “Tengo 15 años y llevo ocho tocando el clarinete”, detallaba este jovencísimo músico, quien admitía además que “sus sensaciones eran muy buenas” tras bajarse del escenario.

Los cuatro son estudiantes del Conservatorio profesional de Segovia. Van desde los 15 hasta los 18 años y ayer se subieron al ‘Kiosko’ del Euskalduna. J.M.M.

Esta banda rebosaba talento joven, sus componentes eran alumnos y alumnas del grado profesional así como algún que otro profesor. “A pesar de que estas obras nos han llevado muchísimo trabajo y que no ha sido nada fácil, el resultado ha sido muy gratificante y satisfactorio. Creo que estamos muy contentos con el resultado”, aseguraba Olaf Jiménez Pérez, trompa y también profesor.

Algo que desde la butaca no se puede apreciar de forma nítida son las diferencias entre el pre y el post. Y es que las sensaciones en un intérprete entre antes de subirse y al bajarse del escenario hablan solas. Al conjunto segoviano, le seguía la Escuela de Música y Conservatorio Bartolomé Ertzilla, de Durango.

“Este ciclo nos ha brindado la oportunidad de enseñar lo que hemos haciendo durante todo el año y nos hace mucha ilusión”, decía Kimetz López de Etxezarreta, intérprete de 16 años. “Creo que en general estamos bastante nerviosos. No sabemos cómo va a salir, no sabemos qué tal es el sonido de aquí… Pero bueno, lo intentaremos hacer lo mejor que podemos”, confesaba cinco minutos antes de salir a tocar.

A las actuaciones de estos alumnos de conservatorio y escuelas de música, también se sumaron las de los músicos de Juan Crisóstomo Arriaga de Bilbao, así como los y las llegadas desde Valencia, A Coruña y Valencia.

Como se ha mencionado anteriormente, se encuentran espectadores de todas las edades y gustos.

Cristina y Pedro acudieron junto a su hija Marina, de 14 años, y pianista en ciernes. “Acabamos de salir de ver a la orquesta de Budapest y nos hemos plantado aquí porque nos gusta mucho la música clásica”, contaba Cristina. “Es la segunda vez que venimos a este ciclo. En la anterior ocasión, elegimos una sesión de jazz clásico. A mí me gustó más esa edición porque a la música clásica no le pillo mucho el gusto”, se sinceraba Pedro.

“Hemos venido aquí, porque al final somos músicos desde siempre y los tres estábamos en la misma orquesta”, explicaba Miguel, de 20 años. Sus compañeras eran Irati y Garazi, clarinetista y violinista respectivamente.

Pentagramas y líneas

Este año, Musika Música lleva el título de Notak y Letrak con motivo de subrayar la relación entre la música y la literatura que a su vez se puede inspirar en la música. Por eso, durante su segunda jornada el público pudo disfrutar de recitales de voz y piano inspirados en la poesía de Lorca y de Heine así como en los personajes femeninos de Goethe.

Además, esta edición trae consigo una novedad: por primera vez, la ópera tiene un hueco en el programa. Ayer, tuvo lugar la primera función de la obra cómica El Teléfono, con María Goiricelaya a cargo de la dirección de escena. Novedosa y algo con lo que, probablemente, el o la espectadora no esperaba encontrarse. Ambientada en un gimnasio, satiriza los comportamientos y actitudes que la sociedad, por lo general, practica en torno al móvil y la incomunicación que esto genera entre los demás. “Me ha gustado mucho, ha sido muy original. Te confieso que es la primera pieza de ópera que veo también y vamos a volver”, explicaba Begoña Basagoiti.

La música seguirá haciendo vibrar este domingo el Euskalduna con propuestas para todos los públicos, incluyendo la visita de Los Niños Cantores de Viena y el concierto de cierre con Carmina Burana son la Sociedad Coral de Bilbao y la Orquesta Sinfónica de Galicia. Además, este domingo por el Kiosko pasarán los conservatorios de Ávila, Burgos, Getxo y Barakaldo, además del Centro de Enseñanza Musical de la Sociedad Coral de Bilbao y EHU Orkestra Sinfonika. l