Tosca es pasión a flor de piel. La ópera de Puccini “tiene de todo: sexo, violencia, acoso, política y mentiras y es ideal para iniciarse en el mundo de la ópera y cogerle el gusto al género por la maravillosa música de su partitura”, en opinión de Juan Carlos Matellanes, presidente de ABAO Bilbao Ópera.

Este drama pucciano en estado puro se pondrá en escena en Euskalduna los días 18, 21, 24 y 27 de febrero, con el patrocinio de la Fundación BBVA, tras haber tenido que ser retrasado por la pandemia y lo hará con un trío de voces de gran nivel: la soprano ucraniana Oksana Dyka, quien lleva 22 años interpretando el rol de Tosca en su carrera profesional; el tenor italiano Roberto Arónica, en el papel del novio de Tosca, el pintor Cavaradossi, y el barítono italiano Gabriele Viviani, quien encarna al barón Scarpia, el “malo” de la función, el jefe de la policía borbónica de Roma, un personaje corrupto y reaccionario que quiere dar caza a los revolucionarios y a la vez conseguir los favores de Tosca.

La ópera en tres actos está considerada como una de las más representativas del repertorio verista italiano y fue estrenada con éxito en Roma en el año 1900. El libreto de la pieza es de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica y se basa en la obra homónima de Victorien Sardou. Concretamente, ABAO la ha programado 30 veces, con lo que se ha convertido en la segunda obra más representada en las temporadas de Bilbao, tras La bohème, también de Puccini.

Va más allá de esa música maravillosa y ese trasfondo emocional. Se le reconoce porque es, ante todo, un cuasi drama histórico-político como el que estamos viviendo hoy en día en todos los aspectos”, afirma el director artístico de ABAO, Cesidio Niño. La sinopsis, más que de una ópera, parece sacada de un periódico de esta misma semana. Una mujer enamorada tiene que decidir entre confesar ante el jefe de la policía dónde se refugia un fugitivo preso político o guardar el secreto de su amado, que es quien decidió ayudar al fugitivo en cuestión. Pero su amado está siendo torturado mientras ella tiene que escoger entre la confesión y el silencio.

“Es un drama de acoso de un hombre hacia una mujer, de acoso policial e inquisitorial también de un opresor hacia una persona que defiende unas ideas políticas”, explica Cesidio Niño. 

Producción monumental

La producción que se podrá ver en Bilbao fue realizada por el Teatro Mássimo de Palermo en 2008 por el arquitecto y director de escena argentino de origen italiano Mario Pontiggia, que ofrece al espectador una puesta en escena clásica y monumental de la pieza creada por Puccini. Ha sido repuesta en numerosas ocasiones en el Comunale de Florencia –el primer acto, con su monumental y fiel reproducción de la iglesia de Sant’Andrea della Valle de Roma sirvió para inaugurar el nuevo teatro de Florencia en 2014– y ha recorrido medio mundo.

La dirección de la orquesta Sinfónica de Bilbao recae en Pedro Halffter, uno de los grandes maestros habituales en los principales teatros del circuito internacional, que afronta ahora el reto de abordar la tensa y compleja partitura de Tosca. “La acción transcurre en 24 horas, con microescenas a una velocidad increíble, que la asemejan en el primer acto a una película del maestro del cine de suspense y terror Alfred Hitchcock, que se vuelve algo más calmado en el segundo, cuando se van cociendo los dramas. Y en el tercero, se pasa de la más absoluta tranquilidad al drama más profundo”, explica Halffter. El director añade que la versión que veremos en Bilbao es “la más cercana a lo que pensó Puccini en su partitura”. El Coro de Ópera de Bilbao, dirigido por Boris Dujin, y el coro infantil Leioa Kantika Korala de la mano de Basilio Astulez, completan el apartado musical.

 Todo es fulgurante, vertiginoso y trágico en Tosca. Sin preludio ni obertura, es una sucesión sin pausa de puro teatro lírico donde alternan piezas corales imponentes como la del Te Deum, con arias delicadas como Recondita armonía, emotivas como Vissi d’arte o trascendentales como E lucevan le stelle. l