Los castrati –cantantes a los que se castraba de niños para que conservaran su voz blanca–se convirtieron en las superestrellas en el mundo del espectáculo entre los siglos XVII y XVIII. Entre ellos, estaba Francesco Grossi (1653-1697), Siface, que recorrió Europa cosechando éxitos y estrenando óperas que pasarían a la historia.

Pero, también fue conocido por su vida amorosa. Se enamoró perdidamente de Elena Marsili, hermana del Marqués Giorgio Marsili de Bolonia, quien se opuso a la relación amorosa, por considerar a los castrati como un engendro de la naturaleza. El asunto fue llevado ante el Duque de Módena, quien decidió alejar a Elena de Siface, enviándola al monasterio de San Lorenzo. Siface se las ingenió para visitar a su amada, pero fue asesinado en 1697, por sicarios contratados por la familia de Elena.  

El Arriaga presenta hoy, a partir de las 19.30 horas, Siface: l’amor castrato, un sublime concierto de Filippo Mineccia y el conjunto Nereydas, formación instrumental y vocal, dirigida por Javier Ulises Illán. La nueva producción del teatro bilbaino cuenta con la dirección artística de Ane Pikaza, que plantea un espacio imaginario que hará resonar la atemporalidad del amor. “Me gusta decir que es una ópera imaginaria para un solo personaje, Siface”, explica Ane Pikaza, ilustradora, actriz, gestora cultural, directora de escena y responsable junto a María Goiricelaya del Festival de Teatro de Olite. 

Filippo Mineccia ha reunido las arias que pudo cantar Siface a lo largo de su vida y a traves de estas canciones compone la historia de la vida real de uno de los cantantes castrados más importantes de la época, “que por una parte era muy venerado por su voz, se les consideraba como pequeños seres mágicos, pero por otra, la sociedad les ponía limitaciones, no podían casarse, no podían ser curas o sacerdotes... En esta producción, he trabajado sobre la amenaza, la justicia, el amor... He ido construyendo con mi equipo otro plano en el que hay imágenes que acompañan y crean la atmósfera en el que habita el personaje”, explica Ane Pikaza.

Ilustradora, gestora cultural, actriz, directora

La artista vasca combina trabajos como ilustradora, actriz y gestora cultural. Entre sus trabajos como ilustradora destacan los carteles para Zinegoak, Zinemakumeak, Durangoko Azoka o las ilustraciones para los libros Gomutan y Begiak Zerumugan. En el cine, la actriz ha interpretado a la protagonista de Nora, la segunda película de Lara Izagirre. “El cine vasco se encuentra en un buen momento. No hay más que ver la trayectoria que están teniendo directoras como Lara Izagirre, Estibaliz Urresola, que está a punto de estrenar su película en Berlín. O Alauda Ruiz de Azua, que con Cinco lobitos ha hecho ya también un largo recorrido”, asegura.

La trayetoria de Ane Pikaza ha ido, no obstante, más encaminada hasta ahora al teatro. Actualmente forma parte del elenco de las obras Yerma y Altsasu de La Dramática Errante, compañía creada junto a María Goiricelaya con quien también codirige el Festival de Teatro de Olite. “Me siento cómoda en los dos medios, pero mi trabajo audiovisual es más puntual, no por ganas, si no porque a veces no salen los proyectos. Mis experiencias en el cine han sido muy interesantes y enriquecedoras: ojalá salgan más proyectos. Trabajo más en el teatro, ahora vamos a iniciar una gira por Montevideo y Medellín con Altsasu”. 

Esta es la tercera producción que ha dirigido Ane Pikaza. “Es verdad que he actuado más que he dirigido, pero abordo cualquier proyecto con mucha ilusión, mucho respeto y con muchas ganas de contar algo nuevo. Podría seguir por este camino. No sé por dónde me llevará el futuro, pero yo me considero artista, lo que incluye muchas disciplinas, ilustradora, actriz, directora...”.