Fue a principios de 2017 cuando se empezó a dar a conocer con la publicación de su primer poemario, Mármol. Al año siguiente le tomó el relevo Barro, aunque ya entonces era conocido que los intereses de Beatriz de Silva no se limitaban a un campo creativo, que también discurrían por la senda del teatro y del cine. En octubre de 2021, mientras seguía preparando el que será su debut en el largometraje, la autora rodó en Gasteiz su primer cortometraje, un Tula que ahora mismo está a solo un paso de ser nominado a los Oscar tras ser elegido por la Academia de Hollywood en su conocida short list.

Será el próximo día 24 cuando se conocerán las nominaciones a los Oscar y ‘Tula’ es uno de los 15 cortometrajes que tiene posibilidad de estar en esa lista final. ¿Nerviosa o, llegados a este punto, ya da igual?

—Sí, sí, estoy nerviosa. Y tengo ganas de que llegue el día porque mantener esta expectación desde diciembre, durante todas estas semanas, es un tanto agotador. Estoy como: Bueno, que me digan ya si sí o si no.

Ya estar dentro de la selección previa es más que importante, máxime cuando este camino se está haciendo con su primer trabajo audiovisual como directora.

—Es un paso gigante. Es una forma de avanzar más rápida y, por supuesto, estar ahí es más que importante.

El rodaje llegó cuando, en realidad, muchos pensaban que estaba usted centrada en su primer largometraje, buscando localizaciones y preparando diferentes aspectos.

—Lo que pasa es que los procesos en el mundo del cine son así. Vas dando muchos pasos de manera paralela con distintos proyectos. En aquel momento sí que estaba localizando para el largo, pero llegó el cortometraje y la película tuvo que esperar un poco.

Ha pasado, más o menos, un año y medio del rodaje de ‘Tula’. ¿Le queda ya lejos?

—Me acuerdo de todo lo que viví. Es más, no se me va a olvidar nunca. Fue una experiencia... El primero nunca se olvida, ¿no? Pues eso (risas).

Son varios los premios que ha obtenido, también en distintos países. ¿Por qué cree que está consiguiendo enganchar tanto?

—Lo primordial es que trata algo con lo que la gente empatiza y se puede sentir reflejada. El 100% de la población ha tenido alguna vez alguna duda sobre sexo y sexualidad. Así que es fácil que el público empatice con eso. Además, la otra clave del éxito creo que está en la comedia. Hacer reír o llorar, dependiendo el caso, es muy difícil. El hecho de que en este caso sea una comedia con la que la gente se lo pasa bien es un factor importante.

Ha podido acompañar de manera presencial al cortometraje en Estados Unidos.

—Sí, pude acudir a una proyección que organizaba la revista IndieWire. Se proponía una proyección de cortos que ellos consideraban que eran los más oscarizables este año. Éramos ocho cortos los seleccionados. Fue interesante ver un poco las diferencias entre el universo nacional y el norteamericano. Es una de las revistas más importantes que existe allí y fue muy interesante poder hablar con los ejecutivos y los críticos de cine que acudieron.

¿Le halagaron lo suficiente como para ser optimistas?

—Ya el hecho de estar ahí era el gran halago. Al final, era una selección entre todos los cortometrajes del mundo para poner el foco en los que consideraban más oscarizables y eso ya es algo muy positivo. Y ya allí, yo la verdad es que me volví con buenas sensaciones.

Sorprende un poco que ‘Tula’ no esté nominado a los Goya.

—Ya, pero hay que entender también que son distintos mercados. Fui candidata a los Goya y eso ya me parece que es un regalo y llegar muy lejos. Te expone y te da visibilidad. Pero el no haber pasado a ser nominada tampoco me deja ninguna espinita. Entre los cortos que se quedaron fuera había mucha calidad y cualquiera podría haber entrado en esa selección final. En el caso de Tula no ha podido ser, pero bueno, tampoco nos vamos a poner a llorar por ello. Además, la noticia de los Oscar llegó un par de semanas después.

Por cierto, ¿dónde está la Beatriz de Silva escritora?

—La escritora sigue ahí, lo que pasa es que ahora mismo está escribiendo cine. ¿Otros formatos? Pues sí, están a la espera todavía. Digamos que están de vacaciones. Volverán, eso seguro, pero ahora mismo estoy muy centrada en los guiones cinematográficos. No me olvido de lo que está hecho. Pero en estos momentos en la cartera hay varios proyectos que me reclaman.

Todo lo que está sucediendo con ‘Tula’ tiene que servir para visibilizar a Beatriz de Silva, para que la próxima puerta a la que llame con el siguiente proyecto se abra más fácil, ¿verdad?

—Sí, sí, el principal objetivo es poder seguir trabajando y que todo esto que está sucediendo, como dices, permita abrir puertas. Incluso que me ofrezcan opciones que ahora mismo no puedo ni imaginar.

¿Qué será lo próximo?

—Tengo un cortometraje que está escrito y presentado ya a las subvenciones. Tenemos la mitad de la financiación y, en cuanto completemos lo que falta, rodaremos. Espero que sea antes o durante el verano. En cuanto al largometraje, sigo retocando el guion y dándole vueltas a la historia, pero está ya listo para alguien que quiera apostar fuerte.

Bueno, como el día 24 estará nominada a los Oscar, todo saldrá.

—(Risas) Exactamente.