El Mariachi Vargas de Tecalitlán, considerado el mejor del mundo, está celebrando sus 125 años de vida, en los que ha acompañado a los más grandes del género, de Jorge Negrete a Pedro Infante, Jose Alfredo Jiménez, Rocío Durcal o Juan Gabriel. La que puede ser la agrupación musical más longeva del planeta se siente “embajadora de México en el mundo” y defiende que el mariachi, Patrimonio de la Humanidad, “te llena de todos los colores y sabores emocionales”. Euskalduna Jauregia acogerá al grupo el jueves 20 de este mes. Antes, actuará este viernes 14 en el Kursaal donostiarra, y al día siguiente en Baluarte, en Iruñea, en ambos casos con la colaboración del Orfeón Pamplonés.

Carlos Martínez es el actual director musical del Mariachi Vargas de Tecalitlán, historia viva de la música y el grupo más longevo de Latinoamérica, ya que acaba de cumplir 125 años. “Lo podríamos ser del mundo, pero habría que echar un recuento”, asegura entre risas Ángel López, uno de sus violinistas y miembro de su generación más joven, la sexta ya. “Es cierto que son muchos años y que la música del mariachi ha sonado en las estrellas, ya que el Voyager I y II llevaron una de nuestras canciones: El cascabel. Tras tanto logro, lo que queda es seguir y llegar a las nuevas generaciones; y se está logrando con las nuevas canciones de la compositora Mónica Vélez, que gustan a grandes y chiquitines”, apostilla López.

El Mariachi Vargas de Tecalitlán

Mariachi Vargas de Tecalitlán empezó en Jalisco con cuatro músicos: dos violinistas, un guitarrista y un arpista. Tras sumar más violines, en los años 40 del siglo XX entraron las trompetas y ahora el grupo lo forman 14 personas, entre músicos y cantantes: tres trompetistas, seis violinistas, un guitarrón (instrumento autóctono) y un arpa. “Creo que somos el mariachi que más atrae con sus voces. Cantamos casi 10 personas y hacemos un conjunto armónico vocal padrísimo”, según López.

La gira actual, que ha pasado por Corea del Sur, donde lograron que el público “coreara, gritara, bailara y sintiera aunque no entendiera el idioma”, es una reivindicación del Mariachi Vargas como entidad propia. “Nos sentimos bendecidos de ser embajadores de México en todo el mundo, somos su estandarte y bandera musical”, explica el violinista. “Lo del mejor del mundo… Es una responsabilidad, claro, pero también un orgullo. El mariachi suena en todas las partes del globo y hay agrupaciones en Croacia, China, Colombia, Estados Unidos...”, aclara.

Con los mejores

Desde los tiempos de los sones y la época dorada del cine mexicano, este mariachi ha estado ahí, acompañando a los más grandes, de clásicos como Pedro Infante, Jorge Negrete, Miguel Aceves o José Alfredo Jiménez, a otros más recientes, caso de Rocío Durcal, Juan Gabriel o Luis Miguel. “Siempre fuimos el marco musical de todos los grandes cantantes del género y las épocas. Siempre hemos estado con el gran cantante de mariachis de cada época. Ahorita es muy placentero tener ya consideración como icono, como artista propio”, explica López.

El grupo homenajea en sus conciertos a todos esas grandes voces del género con popurrís de sus canciones, junto a otras recientes y propias. No suelen faltar El son de la negra, Guadalajara, La bikina, Sabes una cosa, El jarabe tapatío, Cielito lindo o Huapango de Moncayo.“Son canciones de amor, desamor, emoción y sentimientos bravíos, de tequila y pasionales. Todos esos colores y luces nos levantan la adrenalina en el escenario”, explica el violinista.

“¿Narcocorridos? Respetamos todo tipo de estilos, sobre todo en la música regional al ser norteños, pero no vamos por ahí. Le cantamos al amor, a la mujer con respeto, a la alegría y a la pasión”, aclara López. “Patrimonio de la Humanidad, el mariachi resiste a todas las modas. Es uno de los estilos que te llena de todos los colores y sabores emocionales, y se adapta a todos los géneros, ya que en ellos te puedes encontrar con pop, rock, incluso música clásica. Imagino que por eso ha sido imprescindible”, concluye.