Crece la venta de música pero se estanca el formato físico

Promusicae, la asociación que representa a los productores y a la industria de la música estatal, ha hecho público un estudio sobre las ventas de música registrada en el Estado –son datos generales, no hay específicos sobre Euskadi– en el primer semestre de 2022, del que se deduce que se invirtieron 191.5 millones de euros en el consumo de música, tanto en formatos digitales como en la compra de soportes físicos. Estos ingresos suponen para la industria musical un 12,4% de aumento con respecto al mismo periodo en 2021 (170,5 millones de euros).

El crecimiento detectado es consecuencia “del buen comportamiento sostenido” del mercado digital, que crece casi un 15% liderado por el streaming, y que supone ya el 87% del total del mercado, ganando casi dos puntos de cuota frente al mercado físico respecto del año pasado (85,2%). Esto se debe al ligero descenso de las ventas físicas (-0,6%) que no han crecido pese al gran comportamiento del vinilo, cuyas ventas aumentan más de un 25% y ya suponen más de la mitad del total del mercado físico.

El consumo de música en 2022 es mayoritariamente digital, y ahí se dispara el streaming un 15,2%, situándose de nuevo al frente de las preferencias de los compradores a la hora de escoger cómo consumir su música favorita. El mercado digital alcanza este semestre un valor total de 166,5 millones de euros, lo que implica una subida de un 14,6% respecto al año anterior (145,3 millones).

El 81,2% de esos ingresos provienen del streaming de audio en plataformas, en sus modalidades de suscripciones premium o financiadas por publicidad (135,2 millones), y un 17,1% del consumo de vídeo en streaming (28,5 millones de euros), participación que sigue siendo baja si tiene en cuenta su gran peso como modalidad de acceso a la música en streaming. No llegan al 2% restantes las descargas permanentes de canciones, álbumes y vídeos, y los productos para móviles como tonos de llamada y escucha.

La nota negativa viene dada por el hecho de que, pese a los resultados positivos, el ritmo de crecimiento del mercado digital se ha ralentizado de forma significativa respecto de los dos años anteriores, ya que en 2020 el incremento fue de un 19% y en 2021 de un 20%, y, en especial, si lo comparamos con las tasas previas a la pandemia, ya que en 2019 la subida fue superior al 30%.

En lo que se refiere a las ventas en formato físico, la situación se vuelve todavía más pesimista, ya se han estancado en estos primeros meses y llega a caer un 0,6%. El dinero obtenido pasó de 25,2 millones en la primera mitad de 2021 a 25 millones de euros en este 2022, lo que evidencia que el nivel de ventas sigue “por debajo del existente antes de la pandemia”. En el primer semestre de 2019 se vendieron 32,7 millones de euros, el sector dejó de ingresar 14 millones al año siguiente y en estos dos últimos solo se ha logrado recuperar la mitad.

Más vinilos

Ni siguiera el considerado “crecimiento espectacular” de las ventas de vinilos arroja un panorama benigno para el futuro del sector de la industria musical. Este semestre se ha incrementado casi un 26% y el vinilo representa ya unos ingresos de 13,6 millones de euros. Así, un 54% de los discos físicos que se venden en las tiendas son ya vinilos, quedando por primera vez desde 1991 por encima del CD (44%), cuyas ventas caen un 20,8% hasta los 11,1 millones de euros.

El presidente de Promusica, Antonio Guisasola, valora positivamente estos resultados porque “es una buena noticia poder seguir ofreciendo cifras de crecimiento de dos dígitos” aunque cree que el sector debe sentirse preocupado de cara al futuro, ya que “se advierten señales de estancamiento”.