Ariete de la contracultura y de una manera agridulce de entender la canción de autor en los años 70 del siglo pasado, James Taylor sigue en la brecha y su actual gira europea desembarca este jueves en Bilbao, en el Palacio Euskalduna donde volverán a sonar canciones que han acompañado a varias generaciones y han dado cobijo y esperanza a millones de personas en el último medio siglo como Fire and Rain, Country Road, Carolina In My Mind, Sweet Baby James o You´ve got a friend.

El galardonado músico y cantante norteamericano James Taylor, que el pasado mes de agosto participó en el homenaje al compositor y “maestro” John Williams por su 90º cumpleaños, ofrece este jueves un único concierto en Euskadi en el marco de su gira europea, en el que estará acompañado de su All–Star Band aunque en formato reducido de cuarteto. Apoyarán a Taylor y su guitarra acústica el trío formado por el productor y guitarrista Mike Landau, el bajista Jimmy Johnson y el excelso batería Steve Gadd.

En Barcelona y Madrid, el ex de la cantautora Carly Simon abrió ambos conciertos con el mítico Something in the way she moves, la canción que tocó ante Paul McCartney y George Harrison antes de que Apple, el sello de The Beatles, se ocupara de lanzar su debut homónimo, en 1968. “No sabía qué iba a suceder y nunca me habría atrevido a soñar que tuviera tal oportunidad”, explicó a la revista Mojo. “Había ido a Londres de visita y tenía pensado cruzar Europa con mi guitarra tocando en la calle o donde me dejaran. No era un muy buen plan”, apostilló.

Aquel fue el inicio de una carrera deslumbrante marcada por una cálida y emotiva voz, bellísimas armonías vocales, estilo lánguido, notas virtuosas, sencillez formal y letras comprometidas con el ser humano y su entorno, tal y como se aprecia en himnos de la música popular que no faltan nunca en sus conciertos como Fire and Rain, Country Road, Carolina In My Mind, Sweet Baby James o su versión de You´ve got a friend, compuesta por su amiga Carole King.

Heroína y depresión

Taylor, un hombre maduro que vive en el campo a sus 74 años, no siempre lo tuvo fácil. De hecho, en su clásico Fire and rain , editado en su segundo disco, Sweet baby James, (1970), le solicitaba ayuda a Jesús para que le ayudara en su lucha contra la dependencia de la heroína. Logró dejarla atrás, pero antes tuvo que pasar una temporada en un centro psiquiátrico de Massachusetts. “Hay una predisposición a las enfermedades mentales en mi familia, especialmente a la depresión; y también a las adicciones”, explicaba en Mojo el músico, que se automedicó opiáceos durante dos décadas.

Taylor, autor comprometido políticamente aunque en pocas ocasiones ha trasladado su empeño social a su cancionero, últimamente espacia sus giras y discos. De hecho, en el último milenio únicamente ha publicado dos trabajos con canciones originales: October Road (2000) y Before this world (2015). Su álbum más reciente es American Standards, su 19º álbum de estudio. Este trabajo de versiones de clásicos que escuchó en su niñez como Moon river o My blue heaven, le valió a Taylor el Premio Grammy 2021 al Mejor Álbum Vocal Pop Tradicional.

Historia de la música popular, el californiano puede alardear de haber colocado un álbum en el Top 10 de Billboard en cada una de las últimas seis décadas. Taylor ha vendido más de 100 millones de álbumes a lo largo de su carrera, obteniendo discos de oro, platino y multiplatino desde el lanzamiento de su debut. “Los temas que de verdad me enganchan me siguen llevando hacia el pasado una y otra vez”, reconocía recientemente al rescatar su juventud, a su abuela muerta y su pasión por el béisbol en su canción Angels of Fenway.