En unos días cumpliré 46 años, ya no soy una chavala. Aunque sigo teniendo buen físico para bailar”, asegura la bailarina guipuzcoana Iratxe Ansa, cuya labor ha sido reconocida, en esta ocasión, en el ámbito de la creación, desde Regensburg (Alemania). La pieza CreAcción, ideada por la Premio Nacional de Danza 2020 en la modalidad de interpretación, ha obtenido dos Premios MAX de las artes escénicas en la categoría de mejor coreografía y mejor diseño de iluminación. “Reciclarse de bailarina de alto nivel a coreógrafa de alto nivel no es algo habitual. Es motivo de alegría y orgullo”, expresa Ansa, que posee su propia compañía, Metamorphosis Dance, junto a Igor Bacovich. No es la única bailarina vasca que está de enhorabuena. Lucía Lacarra también ha sido premiada como mejor intérprete de danza femenina por su labor en In the still of the night

CreAcción podrá verse en el Teatro Arriaga el próximo 6 de octubreCreAcción , igual que Una noche sin luna, que volverá a Bilbao los días 12 y 13 de noviembre. La obra creada e interpretada por Juan Diego Botto y dirigida por Sergio Peris-Mencheta fue una de las triunfadoras de la noche al obtener los galardones a mejor espectáculo teatral y mejor actor. Asimismo, los MAX reconocieron la obra Canto jo i la muntanya balla, adaptación de la aclamada novela de Irene Solà, que obtuvo los galardones a mejor dirección de escena, mejor diseño de espacio escénico y mejor composición musical para espectáculo escénico. Destaca también el galardón a mejor vestuario, que recaído en la bilbaina Ana Garay por su trabajo en la obra Rebelión

Según expone Iratxe Ansa, que no pudo estar presente en la gala que se celebró ayer en Mahón (Menorca), se trata de un reconocimiento a una pieza que lleva “mucho trabajo” detrás. Estrenada en Iruñea en noviembre del año pasado, esta obra de danza contemporánea apenas se ha podido ver en escena. Es a partir de octubre cuando empezará a girar: además de a Bilbao, llegará a Padova (Italia) y Madrid. “Los premios dan visibilidad de cara a que la gente que quizás no sepa tanto de danza piense que la obra premiada está bien”, considera la bailarina de Errenteria, quien espera que el galardón permita que la obra se dé a conocer más. Habituada a colaborar con compañías extranjeras, Ansa reconoce que “ojalá” en el Estado la danza formara más parte de la sociedad: “Nunca he dudado de que hay talento en la danza vasca pero me fui a Stuttgart con 14 años porque hay muchas más compañías”, dice.

Fuera del escenario, la bailarina se ha sumergido en un proyecto creativo diferente. “En este espectáculo no bailo, porque si bailas es otra locura más, no ves lo que estás creando. Es como si el piloto de avión también fuera azafato. Toda mi energía y esfuerzo se ha dedicado a intentar descifrar con mis ojos todo lo que no funcionaba para hacerlo funcionar”, revela sobre su labor en CreAcción. Según expone, se trata de un proyecto realizado con “mucho rigor, amor y fe por la danza” en el que han contado con colaboradores de la Universidad de Navarra.

MEJOR VESTUARIO

No tiene sentido saborear sola un premio de esta índole”, asegura, por su parte, Ana Garay, que ha recibido el galardón en la categoría de mejor vestuario en su tercera nominación (en 2005 y 2007 también optó al premio) por la obra Rebelión “Ha sido emocionante”, admite la escenógrafa y figurinista bilbaina que estuvo presente en la gala, acompañada por parte del equipo del espectáculo infantil, que optaba a tres premios. “El jurado es subjetivo, son cosas que te caen o no. Estar presentes en la final ya era un logro importante. Te congratulas del trabajo en equipo”, expone en relación a la obra realizada por Marea Danza en esta reinterpretación del clásico de George Orwell.

“Estoy convencida de que los premios no dan trabajo, pero puede ser que alienten que la gira de las bailarinas funcione”, ha considerado sobre la labor de las cinco bailarinas que llevan el peso de la obra. “El teatro está flojo, ayer dieron números y no son muy esperanzadores. Tenemos que terminar de salir de este impasse que ha supuesto la pandemia y llenar las salas”, concluye Garay, quien valora que “lo importante de un proyecto como este es el siguiente”.