La directora de cine Isabel Coixet prepara nuevo proyecto cinematográfico que arranca este mes en Lisboa con el rodaje de Nobody’s heart sobre la vida del poeta Fernando Pessoa, con Edgar Ramírez y Gugu Mbatha-Raw como protagonistas. Así lo reveló ayer en un encuentro informativo en Logroño, dentro del Festival Actual 2022, adonde acudió para ser homenajeada en la sección cinematográfica de este certamen, en el que se ha proyectado su película La vida secreta de las palabras, una de sus más icónicas, y sobre la que ha charlado con el público, junto a la productora Esther García.Coixet aseguró que “mientras haya voces interesantes que susciten la curiosidad, te permitan hablar de las personas y de esa poliédrica que llevamos en la cabeza y en el corazón, estaremos salvados en el cine”, aunque en la industria cinematográfica “es otro tema”. “En el momento en el que nadie tenga que contar historias con imágenes, el cine español irá mal, pero este año han salido nuevas voces, y en los Goyas ha estado clarísimo”, al margen de la taquilla, precisó.

Por su parte, Esther García, quien ha producido para Coixet Mi vida sin ti, La vida secreta de las palabras y Nieva en Benidorm, defendió que las películas se puedan ver en las salas de cine. “Ojalá recuperemos a los espectadores y olvidemos el miedo a las salas”, precisó esta productora, considerada una de las mujeres más influyentes del cine contemporáneo y que mostró su admiración por Coixet, de quien dijo que siempre ha sido para ella “una fuente de inspiración”.

Coixet, satisfecha de haber sido invitada a Actual, felicitó a la organización de ese certamen porque, “si no hacemos estas cosas, ¿qué somos?, seres enganchados a Netflix y al sofá. Hay que salir”, enfatizó. El director artístico de Actual, el director de cine Santiago Tabernero, también elogió la trayectoria de Coixet, quien confesó que “el vocabulario de aguerrida, luchadora o empoderada” que se le pueda atribuir, le “chirría”, ya que, “cuando hago esa mirada de dron, solo veo el privilegio de haber podido contar historias”.

“Al final -añadió la cineasta catalana- todo es mucho más instintivo y aleatorio, tiene que ver con las ganas de aventura y de riesgo, aunque con red, que es el cine”. También aseguró que, en su carrera artística, “la prensa siempre ha sido fuente de inspiración”, ya que le interesa ir más allá de lo publicado e “ir más allá de la noticia”.

En este contexto, ha situado su último documental El techo amarillo, un montaje que acaba de terminar y que se emitirá en TVE, que versa sobre “un caso real de abusos sexuales en una escuela de teatro para adolescentes en Lleida”, basado, sobre todo, en la noción de “consentimiento”, indicó. Reconoció que “ha sido año y medio muy complicado de convencer a las chicas que hablaran” para este documental, aunque “cada historia tiene un tono” y lo que a ella le emocionan son “los detalles y no las generalidades”.

Preguntada por el éxito de La vida secreta de las palabras, que nace de un documental que hizo en Bosnia, aseguró que siempre ha relativizado mucho el éxito en taquilla. “Está claro que miles de personas van a ver Spiderman”, una película que “me parece bien que exista, aunque no me apetece hacerla, ni siquiera verla, y mi problema es que me interesan muchísimas cosas”.

“De repente -incidió- leo una noticia en el periódico, como pasó con el tema para el documental El techo amarillo, contacto con los periodistas, como hice con los que investigaron este caso (de abusos sexuales) y me dan ganas de ir detrás de esto, ir detrás de la noticia”.