Félix Buff, batería de los rockistas Willis Drummond, se estrenó en la última Azoka de Durango en solitario bajo el nombre de Rüdiger con un disco de rock psicodélico estratosférico, titulado Before it's vanished, que para muchos fue el mejor disco euskaldun de 2020, en competencia con lo último de Rafa Rueda. El músico de Iparralde, que adelanta que seguirá trabajando en solitario y anuncia un álbum en vivo de su grupo principal, lo presentará mañana jueves en el Kafe Antzokia de Bilbao con una banda de lujo que incluye a Joseba Irazoki y Karlos Arancegui.

Rüdiger debutó a finales de 2020 y convirtió Before it's vanished en uno de los mejores álbumes del año. El nombre alemán es el primer apellido de Buff, "un fanático de la música" que lo bordó en un álbum transversal en estilos aunque claramente influenciado por la psicodelia de Kevin Ayers, Pink Floyd, The Flaming Lips y Spiritualized, y con letras que dibujan "un mundo al borde del precipicio", explica. Aunque dice "necesitar la energía rock" de su banda, se siente feliz por "esta mayor exposición" actual, que le hace "sentirme niño otra vez".

"El ultimo año ha sido enriquecedor y agotador a la vez", indica ante su llegada a Bilbao. Casi un año de planes y cancelaciones, pero que tras su estreno en vivo en noviembre de 2020 se ha saldado con "un total de 15 conciertos", bien en formato de dúo, junto al inquieto guitarrista Joseba Irazoki, o con una banda que, además del citado, completan Vincent Bestaven, Antoine Philippe y el excelso batería Karlos Arancegui.

Rüdiger, que se pasará por Bonberenea (Tolosa) este viernes antes de recalar en Pau e Irún en diciembre, se muestra satisfecho por la repercusión de su debut. "Ha tenido mucho más impacto de lo que pensaba. Los amigos músicos lo acogieron bien, y la prensa también", evalúa. Este resultado le ha animado a continuar trabajando en solitario aunque, reconoce, que ahora se centrará en los proyectos en los que toca la batería, como Willis Drummond y JIEL.

"A ver cómo manejo la agenda, el tiempo y energía para invertir en Rüdiger", explica el músico de Iparralde asentado en Bera de Bidasoa. "Estoy ya en el proceso de grabación del próximo disco, pero no hay prisa", responde antes de avanzar que estilísticamente "se reconocerá mi voz y melodías" en su segundo álbum, que "he arropado con otro tipo de instrumentos también"

Con Willis Drummond Rüdiger dice tener "ideas para dos o tres discos más", ya que "no pienso parar de componer y producir". Tiene claro que Willis Drummond es "mi banda prioritaria". De hecho, actuarán en formato eléctrico hasta finales de año. "Van a ser conciertos con mucha caña, ya que retomaremos las canciones más eléctricas para desahogarnos de tanto tiempo sin sudar y gritar", explica.

Los Drummond tienen previsto publicar un disco para la próxima Azoka de Durango. Se grabó en el Atabal de Biarritz e incluirá "versiones más calmadas" de las canciones del grupo, con el añadido de Vincent Bestayen a los teclados. El álbum servirá de testimonio de los 25 conciertos en acústico ofrecidos el último año por el trío de Iparralde. "Incluye versiones diferentes de las de los discos y estoy orgulloso de ellas", concluye Buff.