Con un año de diferencia, la donostiarra Iratxe Ansa ha recogido el Premio Nacional de Danza y el Max a la mejor intérprete femenina de danza. “Cuando te metes en una creación nunca sabes a dónde va a llegar”, confesó ayer lunes en relación a Al desnudo, con quien comparte el proyecto Metamorphosis Dance. Creada en pleno confinamiento, la coreógrafa reconoció estar viviendo un momento “muy dulce” con una pieza que llega en un momento de inflexión. “Está siendo una sorpresa. Está viajando por muchos teatros y nos está dando muchas alegrías”, explicó sobre la obra en la que se muestran en esencia, sin ningún miedo. “Después de una hora bailando no escondes nada”, reconoció.