El grupo La M.O.D.A., con esa estética tan particular de sus integrantes, que portan camisetas blancas sin mangas, se subirá al escenario del Bilbao Arena de Miribilla mañana, en el marco del Bilbao Musik Fest, patrocinado por DEIA. La banda burgalesa, que ha empezado ya a grabar su futuro disco, en el que volverá a colaborar Gorka Urbizu, repasará sus éxitos, entre ellos lo de su último disco, el autoeditado Ninguna ola.

La M.O.D.A., acrónimo de La Maravillosa Orquesta del Alcohol, es un septeto preferentemente acústico con influencias del folk, el blues, el rock y el punk que celebra su primera década de actividad. Y lo hace como uno de los grupos más rotundos y aclamados del panorama. “Nos sentimos la banda más feliz del mundo, ya que nunca pensamos salir de Burgos”, asegura su vocalista, David Ruiz, a DEIA.

“La ilusión, la energía y las ganas están ahí, igual que hace diez años”, explica el cantante. Al grupo le esperan en septiembre con los brazos abiertos tras su bolo de Bilbao en Miranda, Barcelona, Salamanca y Lugo, Toledo y Benicàssim en octubre, y Valencia en noviembre. “Son unas circunstancias muy chungas para todos, y más para el mundo de la música, por eso nos sentimos más privilegiados que nunca por poder seguir yendo con todo nuestro equipo a tocar y ver que el público responde a pesar de las dificultades”, indica.

La ilusión y la pasión de antaño siguen ahí, vivas; al igual que la ingenuidad inicial, incluso “algunas inseguridades”, reconoce el cantante, para quien cada cita con los fans es única e importante. “El espíritu sigue siendo el mismo, estamos un poco más cascados supongo, como todo el mundo (risas). Pero a la vez espero que hayamos aprendido algunas cosas también”, indica. Eso sí, a pesar del aniversario, la banda prefiere centrarse en el presente. “Hemos hecho como si no hubiera pasado, porque lo vemos como algo de viejos. Si lo celebras, es que el presente y el futuro no son muy halagüeños”, apostilla.

El presente de los burgaleses respira optimismo, ya que después de publicar su último disco, han logrado encadenar 40 conciertos entrado el verano y todavía le restan otros tantos antes de fin de año. Y el futuro les sonríe también, ya que están a punto de meterse en el estudio para grabar su próximo álbum. De momento se conoce que Gorka Urbizu, excantante de Berri Txarrak, volverá a colaborar con ellos, como hizo en su debut, La primavera del invierno, en el tema PRMVR, que han compartido varias veces en directo.

Los conciertos de La M.O.D.A. ofrecen ya una buena ristra de éxitos, en la que no suelen faltar 1932, Héroes del sábado, Nómadas, Hay un fuego o Una canción para no decir te quiero. A esos himnos se suman algunos de los temas de Ninguna ola. Canciones personales, como Conduciendo y llorando, otras tristes, caso de La vuelta, en algún caso a caballo entre la cadencia del reggae y el hip hop, como Un bombo, una caja, y otras enérgicas como Banderas sin color, la más eléctrica del lote.

Ninguna ola, que tuvo como continuidad un álbum en vivo de sus canciones titulado Alguna ola, es, según sus creadores, un disco inspirado en el cambio. “Hemos estado los dos últimos años componiéndolo y las canciones surgen de lo que hemos vivido en este periodo intenso lleno de lugares y circunstancias diferentes. Se grabó entre Lisboa, Madrid, Barcelona y Andoain”, explican. “Expresa lo que sentimos ante los cambios en la vida personal, en la sociedad y en el medio que nos rodea; el movimiento constante y el paso del tiempo”, prosigue. El músico y productor catalán Refree “nos ha ayudado a transformar esos pensamientos en sonidos, abriéndonos nuevos caminos, pero sin perder nuestra identidad”.

“Hay canciones que pueden curar a los heridos”, canta David en Hay un fuego. “No sé si seré capaz de no decepcionar”, prosigue después. No lo están haciendo a sus cada vez más amplios seguidores, como demostraron recientemente en Iruñea, donde agotaron las localidades. Y antes en Dublín, Londres y ciudades de Estados Unidos, México, Colombia, Francia, Italia o Países Bajos. Tras más de 140 conciertos, cerraron el 23 de noviembre de 2019 la gira Salvavida (de las balas perdidas), ante 15.000 personas en el WiZink Center de Madrid, antes de la pandemia.