La comedia de terror Escape room abrió ayer la temporada teatral de agosto y septiembre del Palacio Euskalduna de Bilbao, donde se representará hasta el miércoles 25 de agosto. Escape Room, que ha triunfado en Madrid, es una producción de Pedro Larrañaga interpretada por Antonio Molero, Leo Rivera, Marina San José y Kira Miró.La “comedia de miedo” de Joel Joan y Héctor Claramunt cuenta las peripecias de dos parejas que ven puesta a prueba su amistad en una escape room en cuyas cercanías ha aparecido un cadáver descuartizado. La obra, de Joel Joan y Héctor Claramunt, que también la dirigen, está protagonizada por Antonio Molero, que encarna a Edu, que quiere presentar a su novia (Marina San José) a una pareja de amigos suyos en una de esas salas de juegos, situada en un barrio en el que hace poco se ha encontrado el cadáver de un hombre descuartizado.

“Es un personaje muy entrañable, el típico amigo que quiere que todo salga bien y está muy nervioso pensando en qué pasará. Es un personaje muy positivo y conciliador”, describe.

Escape room, dice, tiene “un estilo muy reconocible” porque sus claves “forman parte de nuestra cultura; es un género de comedia que coquetea mucho con el terror de serie b de cine americano, los episodios de los dibujos de Scooby Doo o las películas de parodia gore”.

La comedia, que se estrenó en esta versión a finales de noviembre de 2020 en Aranjuez (Madrid), es “de carcajadas pero también de mucha risa nerviosa”, asegura.

El público, detalla, está expectante pensando en “qué va a pasar a continuación”, “disfrutando viendo sufrir a los protagonistas y con la risa tonta del susto”.

La novedad para el actor con este montaje, que producen Verteatro, Pachesca Producciones, Focus, Arriska y Smedia, es que “técnicamente” es “muy complicado”. “Hay muchos elementos que tienen que abrirse y cerrarse con exactitud; tenemos que interaccionar con un personaje que aparece en pantalla mientras un reloj va marcando en tiempo real una cuenta atrás. Todo tiene que ir cuadrado al milímetro y eso da mucha sensación de realidad al público”, añade.

diversión o infierno

“Mi personaje conoce lo que es el escape room, pero los otros tres no saben nada de un juego que puede ser divertido o convertirse en un infierno. Yo soy un tipo conciliador, un tipo que cree en la amistad, a él no le gustan los conflictos... Lo primero que le dice a su chica, antes que los otros dos lleguen (siempre llegan tarde) es que lo mejor es no hablar de política”, explicó el actor recientemente a este periódico.

La obra se iba a representar el año pasado en Euskaduna “pero no se pudo hacer. Este año parece que todo está un poco mejor, que hay mejores condiciones. La vacunación ha avanzado. Se están manteniendo las fechas. El año pasado de una semana a otra cambiaban las cosas”, aseguró.

“Miras atrás en el tiempo y dices: Si esto me lo dicen hace dos años, me parecería que estaríamos en un cómic. A mí no me parece ya rara la mascarilla. La risa sigue existiendo con mascarilla o sin ella. Además, la actitud del que viene al teatro en estos tiempos es de una entrega mayor, es una actitud más militante de ir a ver una función. No solo se han vestido, han salido de sus casas y de sus rutinas, también han vencido los miedos que genera esta pandemia. Ha habido momentos que era casi un acto de valentía salir de casa”.