S una de las historias más universales que existen: abandonar el hogar para provocar una catarsis que nos devuelva a unas raíces que siempre estuvieron ahí. Es eso lo que plantea la película El vasco, que dirigirá el vizcaino Jabi Elortegi. Se trata de una idea original de la productora donostiarra Pausoka, que en colaboración con dos productoras argentinas -Prisma y Oeste Films-, comenzará a rodar esta historia a finales de este mes en Argentina.

Hasta allí se han desplazado ya Elortegi; Telmo Esnal, que actúa de ayudante de dirección; y Jon Sangróniz, el director de fotografía. La semana que viene cruzarán el charco los dos protagonistas guipuzcoanos de la cinta: Joseba Usabiaga (Handia) e Itziar Aizpuru (Loreak). Por la contraparte argentina se suman al elenco Eduardo Blanco (El mismo amor, la misma lluvia) e Inés Efrón (Amorosa Soledad). Por otro lado, Fernando Velázquez se encargará de la banda sonora.

El director de proyectos de Pausoka, Xabi Zabaleta, explica los pormenores de esta producción que se sumerge, en clave de comedia, en la realidad de la diáspora vasca en Argentina. El equipo de rodaje tendrá su base de operaciones en Villa María, municipio situado en la provincia de Córdoba. Aunque se rodarán varias escenas en la Euskal Etxea de este enclave y también en Mendoza, la filmación se centrará en retratar el municipio de Morrison, de unos 3.300 habitantes. Los trabajos en Argentina se prolongarán durante cinco semanas y tras volver a Euskal Herria, ya en octubre rodarán las escenas finales en Bermeo.

Precisamente de ese municipio vizcaino es el protagonista de El vasco, Mikel, al que dará vida el tolosarra Joseba Usabiaga. Tras quedarse sin pareja y sin trabajo, accederá a cruzar el charco tras ser convencido por un tío lejano (Blanco) de participar en un proyecto que está levantando. Paradojas de la vida, huyendo de sus raíces, Mikel acabará en una comunidad vasco-argentina, que hace su vida en torno a su Euskal Etxea. “Mikel es recibido casi como un lehendakari, porque es vasco-vasco”, explica Zabaleta.

Allí el protagonista de este largometraje, que mezclará euskera y castellano según la realidad idiomática de los escenarios -de hecho, se ha hecho un llamamiento de cásting para contratar argentinos que sepan euskera-, deberá lidiar con una población que le demanda su experiencia como vasco de origen. “Hay un club de lectura en el que le piden que acuda para dar su opinión sobre Obabakoak, una novela que no ha leído y, por lo tanto, se tiene que inventar lo que sea”, ríe Zabaleta al explicar el tono y el tipo de encontronazos cómicos que han buscado para la historia. Eso sí, no han querido que fuese una “comedia disparada” e incluirá “algo de drama” enmarcándose en el género de las feelgood movies. La historia se completa con la introducción del personaje de Itziar Aizpuru, una migrante vizcaina que llegó a Argentina durante el siglo pasado y que es la madre del personaje de Blanco. Esta despertará de un estado semivegetal al escuchar al personaje de Usabiaga cantar en euskera, pensando que el pequeño municipio de Córdoba es su Bermeo natal en los años 50, provocando una convulsión en la comunidad que deberá fingir ser más vasca que nunca.

El proceso de escritura del guion ha sido algo vivo. Zabaleta y Jabi Elortegi han viajado un par de veces a Argentina para buscar localizaciones y han acabado añadiendo vivencias propias al libreto como el hecho de encontrarse un gran roble en el jardín de una casa, llevado desde aquí por un antiguo residente de Morrison que antes de fallecer pidió que a ese árbol “jamás le faltase agua”.

Del Zinemaldia a Argentina

Zabaleta es el ideólogo de El vasco. No en vano, la idea le vino tras un viaje a aquel país en el año 2001, cuando conoció a la comunidad vasco-argentina: “Fue abrumador”. “Arantxa Cuesta y yo comenzamos a escribir una primera versión del guion hace ocho años”, recuerda Zabaleta. Una vez culminado el libreto, el siguiente reto era encontrar coproductores argentinos, algo en lo que fue clave el Zinemaldia. Fue en el apartado de Industria del Festival cuando contactaron con sus compañeros de viaje latinoamericanos: “Sin el Zinemaldia creo que este proyecto no hubiera salido”.

Uno de sus temores, confiesa Zabaleta, es que la historia no se entendiese, que no fuese universal. Un temor que se despejó en cuanto el productor Marcelo Ortega, de Mendoza, leyó el guion. Tras pasar una noche pegado a las páginas, no tuvo dudas, querían participar en este proyecto, motivo por el que contactó con un colega de Córdoba: “El guion les encajaba muy bien”.

El inicio del rodaje estaba previsto para finales de 2019, no obstante, por problemas de agenda se retrasó hasta marzo de 2020 y, claro, llegó el confinamiento. La agenda de los actores y los cineastas y la distinta evolución de la pandemia a uno y otro lado del Atlántico ha provocado sucesivos retrasos hasta la fecha actual. El rodaje se iniciará el día 30 y tras la finalización de la filmación en octubre se procederá al montaje y la posproducción. A Contracorriente se encargará de su posterior distribución. “Está siendo una película de mucho desgaste, aunque estoy seguro de que nos dará muchas satisfacciones”, sentencia Zabaleta.

La producción, dirigida por Jabi Elortegi, se sumergirá en clave de comedia, en la realidad de la diáspora vasca en Argentina

El rodaje en Argentina se prolongará durante cinco semanas y en octubre se rodarán las escenas finales en Bermeo