DONOSTIA. Ha terminado una semana antes de la fecha de la que se habló inicialmente y con motivo de esta última jornada de filmación, el Palacio Miramar ha estado cerrado todo el día al público, hasta pasadas las cinco de la tarde.

Minutos antes de esa hora, decenas de personas esperaban ya en sus dos entradas para acceder al mercadillo solidario, en el que se ha vendido parte del "atrezzo" y del vestuario utilizado por los figurantes de la cinta, cuya recaudación se entregará al proyecto Zaporeak, que reparte raciones de comida que cocinan sus voluntarios entre los refugiados que llegan a la isla griega de Lesbos.

El mercadillo se dividía en dos partes, una dedicada a mobiliario, sobre todo auxiliar, y otra a la ropa de los figurantes, que se vendía a la mitad de precio de su valor.

Chaquetas a 20 euros, camisas a 15, sillas a 14, 25 y 40 euros, y candelabros a 40, son algunos de los precios con los que se han puesto a la venta estos objetos, utilizados en los distintos set de la película, que Allen ha rodado, además de en San Sebastián, en localidades de la provincia como Zumaia y Pasajes de San Juan.

En este rastrillo, por el que han ido desfilando numerosas personas, entre compradores y curiosos, no se ha puesto a la venta ninguna pieza del vestuario utilizado por las estrellas del filme: Christoph Waltz, Elena Anaya, Louis Garrel, Gina Gershon, Sergi López y Wally Shawn.

El último trabajo de Allen es una comedia romántica ambientada en el Festival de Cine de San Sebastián, el certamen que le galardonó con el Premio Donostia en 2004.