Bilbao - Al final de su carrera, el mítico tenor sevillano Manuel García, para el que Rossini escribió El barbero de Sevilla, ya retirado de los escenarios, compuso cinco óperas de cámara para ser representadas en el salón de las casas de la pequeña burguesía del siglo XIX y para que sus alumnos pudieran practicar sus cualidades vocales. La más ambiciosa de todas fue El sordo fingido (Il finto sordo), con la que ABAO Bilbao Ópera inicia un nuevo programa de ópera de salón y estrena nuevo escenario, la Sala BBK.
La asociación lírica bilbaina recupera esta ópera bufa articulada en dos actos y considerada una pequeña joya del patrimonio musical, en colaboración con la Fundación Juan March y el Teatro de La Zarzuela. La coproducción está dirigida e interpretada al piano por el barakaldarra Rubén Fernández Aguirre, experto en la música del compositor y tenor sevillano, mientras la dirección de escena corre a cargo de Paco Azorín. Il finto sordo se estrenará el 2 de mayo en Madrid y posteriormente, el día 22, viajará a Bilbao, donde se representará en una única función en la Sala BBK, a precios asequibles, 20 euros para menores de 35 años y 35 para mayores de esa edad. Además se ofrecerán dos funciones didácticas, a las 11.00 horas del 22 y 23 de mayo, destinadas a estudiantes de ESO y bachillerato de colegios e institutos, con entradas a 10 euros.
“Manuel García, además de ser un grandísimo tenor, fue un grandísimo compositor y pedagogo. Y lo demuestra este quinteto de óperas que compuso para un grupo reducido de personas. Supone todo un privilegio poder presentar el estreno escenificado de esta obra en público”, explicó ayer el director artístico de ABAO Bilbao Ópera, Cesidio Niño, que estuvo acompañado por María Luisa Molina, directora gerente, y el escenógrafo Paco Azorín.
enredos en un lujoso hotel La puesta en escena concebida por Paco Azorín está inspirada en la película Gran Hotel Budapest, de West Anderson, y sitúa la acción en los maravillosos años 20 del siglo pasado. La acción transcurre en el vestíbulo de un lujoso hotel con estética art déco, en la que se dan cita personajes extremos, que suben y bajan de los ascensores, mientras escuchan la música desde un piano bar. A lo largo de la obra se suceden las anécdotas, para llegar a un final sorprendente y excéntrico, en el que como no podía ser de otro modo, triunfa el amor.
El sordo fingido es una historia de enredo, que “ya existía, pero que, de alguna manera, Manuel García la simplifica, para crear una ópera de cámara, de salón, que acaba siendo una ópera en miniatura. Pese a tratarse de una obra de pequeño formato e interpretada musicalmente por un pianista, contiene todas las características y complejidades vocales de las grandes óperas del género, con sus arias, sus dúos, sus recitativos... Esto hace que este proyecto vaya a ser muy especial para los jóvenes que se acerquen por primera vez a la ópera porque van a recibir una pastilla con un compendio de todo lo que es la ópera en miniatura”, explicó Azorín.
El director de escena, que ha dirigido numerosas óperas, zarzuelas y teatro, ha completado un gran trabajo para acercar el lenguaje a la manera de expresarse de los adolescentes de hoy en día “porque la ópera tiene un reto, que es ganar nuevos públicos para que pueda tener continuidad”. Azorín confesó que se sentiría satisfecho si, tras la representación de la obra a los adolescentes, “ganáramos un 5 o un 10% de ellos para la ópera”.
“Se trata de una alta comedia, un género para sonreír, que nos hace empatizar con los personajes”, según describe Azorín, escrita para siete cantantes de gran nivel, que relata los enredos amorosos de una pareja y de un pretendiente en la sombra que se entromete en la relación. Los principales papeles de la pareja protagonista serán interpretados por la soprano Cristina Toledo, en lo que será su debut en Bilbao, y el barítono Gerardo Bullón.
El pianista y director musical de la obra, Rubén Fernández Aguirre, también tendrá un papel en la pieza, interpretando al pianista del bar del hotel en el que se desarrollará la acción.
