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El arte divertido y colorista de Vasconcelos

Comienza en el Museo Guggenheim el montaje de algunas monumentales obras de la artista lusaEl ‘Gallo pop’ está en el exterior y ‘La Valquiria’, de cuarenta metros, cuelga del atrio

El arte divertido y colorista de VasconcelosBorja Guerrero

bilbao - Las obras de la artista portuguesa más internacional Joana Vasconcelos son divertidas, coloristas, reflexivas y con un marcado carácter feminista. Y algunas de ellas están realizadas a escala monumental, como las que se podrán ver en la exposición que ofrecerá el Guggenheim Bilbao a partir del próximo día 29, de la que ya ha comenzado el montaje.

Ayer más de quince personas, entre las que se encontraban también arquitectos e ingenieros, trabajaban intensamente en el museo para la instalación de algunas de estas piezas que mostrarán lo más destacado del trabajo de la artista lusa de los últimos veinte años, junto con catorce nuevas, que prometen ser tan espectaculares como sus creaciones más icónicas, que han dejado boquiabiertos a críticos y público de toda Europa.

Concretamente, se ha comenzado ya con la instalación del Gallo Pop en el exterior del museo y de la Valquiria en el inmenso atrio acristalado del edificio de Gehry. El Gallo pop tiene nueve metros de altura y es una revisión divertida del popular símbolo de Portugal, realizada con baldosas de la tradicional cerámica portuguesa a la que se han añadido un juego de luces y música. Instalado en el exterior del museo, es un gallo tecnológico; Vasconcelos ha incorporado a su escultura un código QR, por el cual los paseantes podrán acceder con sus móviles al programa informático que controla la proyección de la música de la obra y cambiarla a su antojo.

Pero si el Gallo tiene una dimensión monumental, la Valquiria que cuelga del atrio del edificio de titanio resulta apabullante. El cuerpo principal de esta pieza de 40 metros de alto está realizado en tejido de vistosos y metálicos colores, bordado a mano por más de 50 colaboradores de la artista portuguesa en su taller de Lisboa, donde Vasconcelos se vale del ganchillo, la cerámica o la filigrana para realizar una relectura contemporánea de las tradiciones portuguesas y de las reivindicaciones feministas. De este cuerpo principal, que ha tomado forma gracias al gas con el que se ha inflado su interior, saldrán un total de 15 brazos que se extenderán, como si de los tentáculos de una gran hidra se tratase, por los distintos recovecos que conforman el atrio diseñado por el arquitecto canadiense para Bilbao, según explicaron ayer los comisarios de la muestra Petra Joos y Enrique Juncosa. Esta Valquiria, basada en las mujeres guerreras de la mitología nórdica y dedicada en esta ocasión a la figura de Egeria, viajera y escritora hispanorromana del siglo IV d.C., forma parte de la serie de obras del mismo nombre que la artista ha confeccionado para otros museos como el de Versalles o el Palazzo Grassi, de Venecia.

Para su instalación hacen falta 14 noches completas de trabajo del equipo de la artista, que también comenzó ayer el montaje de otra de las obras monumentales que la creadora ha realizado expresamente para Bilbao: El solitario. Se trata de un anillo de compromiso de siete metros de altura, compuesto por llantas de automóvil doradas y copas de whisky de cristal, que se instalará en el exterior del Guggenheim, junto a uno de los estanques laterales, y que “brillará como un gran diamante con la luz de Bilbao”, según explicaba la artista en una entrevista a este periódico realizada recientemente en su taller de Lisboa. La obra conjuga dos de los símbolos más estereotipados del deseo femenino y masculino.

exposición En total, el Museo Guggenheim Bilbao ha reunido en la exposición Joana Vasconcelos. Soy tu espejo una selección de treinta y cinco obras realizadas entre 1997 y la actualidad por la creadora, que transforma los objetos cotidianos en obras de arte con una fuerte carga de significado.

Estarán también presentes en la muestra su Marilyn, un zapato de tacón, que mide tres metros de alto por cuatro de largo, realizada a partir de cacerolas. O su A noiva (la novia), una enorme lámpara donde los tradicionales cristales de Murano fueron sustituidos por tampones, que realizó para exponer en Versalles. Sin duda, una de las exposiciones estrellas del panorama artístico europeo para el verano y el otoño.