bilbao - El 8 de marzo de 2018 será recordado como un día histórico. Una marea feminista recorrió las calles convirtiéndose en la mayor movilización social en décadas para reivindicar la igualdad real entre los hombres y las mujeres en todos los ámbitos. “Lo dijimos el 8-M y lo decimos todos los días. Seguimos reivindicando que haya días especiales, pero el Día de la Mujer hay que celebrarlo todo el año . Hay que mantenerse en esta lucha, que en realidad es una lucha por los derechos humanos, y terminar con las injusticias”, explicaba ayer la presidenta del Bizkai Buru Batzar, Itxaso Atutxa.

Y en esta conquista de la igualdad real y efectiva, EAJ-PNV decidió realizar ayer una jornada de puertas abiertas en Sabin Etxea, centrada en el mundo cultural, cuyo objetivo fue poner en valor el papel que las mujeres juegan en el arte y la cultura. Una jornada en la que ellas fueron las protagonistas indiscutibles, pero en la que también estuvieron apoyadas por hombres dispuestos a acompañarlas en este camino por la igualdad real como el consejero de Cultura, Bingen Zupiria; el de Sanidad, Jon Darpón, o el portavoz del Gobierno vasco y consejero de Gobernanza y Administración Pública, Josu Erkoreka.

El programa de actividades arrancó con una exposición de Txaro Arrazola (Gasteiz, 1963), Lide Kaltzada (Busturia, 1977) y Andrea Abalia (Bilbao, 1984). Cada una, desde una mirada y lenguajes estéticos diferentes, comparten una determinada actitud frente a la creación artística. La pintura, la fotografía o la videonstalación les sirven de soporte para crear una reflexión en torno a la situación de la mujer en la sociedad.

Las tres creadoras vascas ofrecieron además una conferencia en la que reivindicaron que el 8-M no es un evento puntual, si no va seguido por un compromiso real día a día. “No se puede quedar solo en un acto simbólico, debe ser un punto de partida para adoptar acciones”, solicitaron. Así, reclamaron que se aplique la ley vasca de 2005, “una ley pionera en el Estado que establece que cualquier práctica cultural que perjudique a un sector de la población por motivo de sexo tiene que ser revisada y cambiada. Un museo o una galería, cuyo porcentaje de exposiciones de mujeres es bajo o nulo, incumple la ley. Y no solo en museos, en todos los estamentos culturales, premios, jurados... Es importante concienciar a la sociedad de la necesidad de un cambio, que no se nos llame solo porque es el 8-M. Queremos exponer al igual que un hombre, sin esperar a que sea este día”, reivindicaron.

A continuación, Lalulu Teatro puso en escena Tipos de tipas, una obra interpretada por Sol Maguna, Loli Astoreka, y Gemma Martínez, que “va de tres actrices que para el ensayo general de la función que estrenarán próximamente convocan al público. Todo está preparado para el momento, aunque no se ponen muy de acuerdo. Tipos de tipas es una galería de personajes que nos habla de mujeres con mujeres”, explicaron estas actrices, resacosas todavía del 8-M. “Fue un día histórico, esto no ha hecho más que volver a empezar. Nosotras fuimos a la manifestación y por la tarde ofrecimos un espectáculo, que estuvo repleto de mujeres, aunque también hubo algún hombre. Fue una manera fantástica de terminar el día”, dijo Loli Astoreka. “Las manifestaciones de ayer van a marcar un antes y un después, es cierto que se han celebrado toda la vida, y en Euskadi hemos sido pioneros. Pero la de ayer fue muy importante”, resaltaron.

En cuanto a la situación de las mujeres en el teatro, están convencidas de que “las artes escénicas están vivas gracias a las mujeres. Somos las que mantenemos prácticamente toda la cultura, como público, como lectoras... Y, sin embargo, en el caso de las actrices, hay bastante machismo. Si no eres joven, cada vez te dan menos papeles, y en audiovisuales, es mucho peor. Somos invisibles a determinadas edades. Un hombre puede tener decenas de roles, y a las mujeres siempre se nos han asignado tres: jóvenes y monas, madres o abuelas. Las historias se cuentan desde el punto de vista masculino”.

El concierto interpretado por Sustrae Akordeoi Taldea, de Elgoibar, integrado solo por mujeres, clausuró una jornada, que mostró el inmenso caudal de creatividad de las mujeres en todas las disciplinas artísticas.