donostia - El cine vasco muestra que vive una gran racha con la representación “de calidad y cantidad” que tendrá este año en el Zinemaldia. Siete películas de producción vasca competirán por el Premio Irizar al Cine Vasco, aunque en total catorce cintas estarán presentes en ocho de las secciones o programas del festival.
El director del Zinemaldia, José Luis Rebordinos, y la directora de comunicación, Ruth Pérez de Anucita, anunciaron ayer qué películas vascas tendrán presencia en la 65ª edición del festival en un evento en el que se reunieron personalidades relacionadas con la industria cinematográfica vasca, desde actores, directores y productores, hasta las instituciones. A la cita acudieron el consejero de Cultura del Gobierno vasco, Bingen Zupiria; el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, y el presidente de la Asociación de Productoras Audiovisuales Independientes del País Vasco (Ibaia), José Portela, entre otros.
Tres títulos de la sección Zinemira, dedicada al cine vasco, optarán por el Premio Irizar. Elkarrekin-Together, dirigida por Pablo Iraburu, Migeltxo Molina e Igor Otxoa, es el filme seleccionado para proyectarse en la gala del cine vasco. La cinta sigue a unos arqueólogos vascos hasta Estados Unidos, en busca de pruebas que confirmen el encuentro y cooperación de balleneros vascos y nativos americanos. Dentro de esta sección, también compiten la película Non/No, de Eñaut Castagnet y Ximun Fuchs, que narra la lucha de una comunidad de un pequeño pueblo de Francia cuando cierra una empresa; y Bi txirula, un viaje para reflexionar, y que es el debut en la ficción de Iñigo García. La sección Zinemira se completa con dos filmes que participan fuera de concurso: Converso, un documental de David Arratibel que trata de entender la conversión de una familia a la fe católica; y Nur eta herensugearen tenplua, una película de animación dirigida por Juanba Berasategi que se basa en el personaje literario de Toti Martínez de Lezea.
Volar, un filme dirigido por Bertha Gaztelumendi y que se ha realizado en colaboración con Emakunde, competirá por el Premio Irizar. Esta película se enmarca en el programa Otras actividades y se trata de un documental que se acerca a nueve mujeres víctimas de violencia de género, que comparten un fin de semana. Pero otras secciones del Zinemaldia también acogen películas que optan al Premio Irizar. Dos filmes de la Sección Oficial, Morir, de Fernando Franco, y Handia, de Aitor Arregi y Jon Garaño, lucharán por llevarse el galardón al mejor filme vasco. También se suma a esta lucha Operación Concha, una cinta dirigida por Antonio Cuadri y que se proyectará en el Velódromo. También se conocía ya la presencia de Koldo Almandoz con Plágan, un filme que participa en Zabaltegi.
Además de las propuestas de Zinemira y las cintas seleccionadas para el galardón del cine vasco, también participan en el Zinemaldia una selección de cortometrajes del programa Kimuak, una iniciativa del Gobierno vasco y la Filmoteca Vasca. En este apartado, solo para profesionales y acreditados, se podrán ver Ab Alio de Iñigo Royo e Iñigo Fernández, Aprieta pero raramente ahoga de David P. Sañudo, Areka de Atxur Animazio Taldea, Euritan de Irati Gorostidi y Arantza Santesteban, For the good times de Andres Daniel Sanz, y La fiebre del oro de Raúl de la Fuente.
Rebordinos destacó la presencia del cine vasco en la industria. Por un lado, Dantza, de Telmo Esnal, participa en la sección Glocal in progress, “un proyecto muy ambicioso”, a juicio del director del festival, quien considera que puede tener su lugar en el Zinemaldia de 2018. También señaló que este año habrá dos películas vascas en el foro de coproducción, algo que les resulta “muy difícil” a los responsables, debido a la cantidad de ofertas que se presentan. “Este año hay dos proyectos muy grandes: Akelarre, una película sobre brujas que es maravillosa, y El doble más quince, una historia entre un adolescente y una mujer que nace de un cortometraje”, dijo Rebordinos.