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El chocolate belga se pasa al 3D y apuesta por la innovación

La empresa Miam Factory fabrica con este alimento la imagen que el cliente le encargue

El chocolate belga se pasa al 3D y apuesta por la innovación

Bruselas - La impresión en tres dimensiones es una tecnología emergente que promete convertirse en un nuevo polo de innovación y que ya se ha introducido en sectores tan dispares como la fabricación de piezas para naves espaciales o la manufactura de juguetes sexuales.

Incluso en el mundo de la alimentación existen restaurantes que imprimen sus menús o máquinas diseñadas para el hogar capaces de dibujar pizzas por capas. Pero nadie se dedicaba específicamente a imprimir y vender productos chocolateros bajo demanda, hasta que a finales de 2016 nació Miam Factory.

“Hay empresas que comercializan impresoras. Pero somos los únicos que fabricamos piezas por encargo. El cliente viene a vernos con una idea en la cabeza y fabricamos el producto en chocolate. Eso no lo hace nadie más”, comenta a Efe el químico Gaëtan Richard. Fruto de su colaboración con François Chasseur, un “maker” encargado de modificar impresoras 3D para plástico y hacerlas aptas para trabajar con cacao líquido, en Bélgica surgió Miam Factory.

Actualmente dispone de siete dispositivos que generan capas de dos milímetros de altura de chocolate blanco, negro, con leche y rubio, tratados previamente para conseguir la temperatura y consistencia precisa.

La impresión en tres dimensiones facilita la “personalización alimentaria” y permite “conseguir formas que no se pueden lograr de otra manera, por ejemplo, con moldes”, dice Richard. “El gusto del chocolate es el mismo, pero la percepción puede ser diferente”, según la textura y la forma en la que se presente, agrega Richard, cuyas piezas arrancan en los 12 euros por un logotipo de chocolate sencillo y pequeño y alcanzan los 120 para creaciones más complejas y de mayor tamaño.