Con un pie en el italo-disco y otro en el pop sintético de los años 80, Phoenix, el grupo francés más internacional con permiso de Daft Punk, presentará en el ya inminente Bilbao BBK Live su reciente disco, Ti amo (Atlantic/Warner). Un trabajo alegre, ensoñador, bailable y romántico que idealiza Italia, sus iconos y sus “veranos eternos”. El grupo considera que estas canciones muestran “el poder curativo que tiene la música” en este convulso siglo XXI.
El sexto disco de Phoenix, que presentará en Kobetamendi el viernes 7 tras pasar recientemente por Glastonbury (Inglaterra), puede que tuviera su origen en los grafitis románticos que pueblan Roma y encandilaron a los franceses. Así lo atestigua el arte de su nuevo disco, que se completa en la foto interior con el grupo, gracias al ordenador, compartiendo un baño en la Fontana de Trevi con Marcello Mastroianni y Anita Ekberg.
“Io, te, una moto, la velocità, uno sogno, el mio sogno, ti amo” (yo, tú, una motocicleta, la velocidad, un sueño, mi sueño, te amo). Esa era uno de los grafitis que encandiló a los chicos de Phoenix, un grupo que despuntó con United e It’s never been like that, y que se coronó con Wolfgang Amadeus (2009), gracias a canciones de pop cristalino y guitarras limpias como 1901 o Litszomania. El nuevo disco de los de Versalles, Bankrupt (2013), incluyó un cierto giro experimental que no contentó a la mayoría de sus seguidores.
El grupo, cuyo cantante, Thomas Mars, está casado con Sofia Coppola, grabó Ti amo en La Gaîté Lyrique (París), y está coproducido por la propia banda con Pierrick Devin (Étienne Daho, Cut Copy). Es un álbum de sonido soleado, rítmico y hedonista, tan fresco como el verano y los helados de pistacho a los que cantan, con profusión de teclados, estribillos y melodías rotundas, cantadas en múltiples idiomas, sobre todo en inglés, pero también con frases en francés, italiano y hasta palabras sueltas en español.
Los singles J-boy y Ti amo suenan rotundos y seguro que revolucionarán Kobetamendi, así como el italo-disco de Tuttifrutti; la dulzura pop de Fior di latte; el pop sintético y ochentero de Lovelife o el ritmo a lo Daft Punk de Goodbye soleil. Las guitarras solo se oyen con claridad en Telefono, el tema que cierra el disco con un cierto aire de elegante pop-rock a la francesa.
Emociones puras
El grupo asegura que el disco pivota sobre dos bases: una, que habla de “emociones puras, de amor, inocencia y deseo sin complejos”; y, la otra, en la que los franceses buscan “homenajear a nuestras raíces latinas (del imperio del latín, no de América), proyectando una idea fantástica y exagerada de Italia”, según su guitarrista, Laurent Brancowitz.
Por ello, la decena de canciones de Ti amo deslumbran con sus amaneceres idealizados, veranos eternos en Roma, las máquinas de música y los bailes en la playa, Mastroianni, Monica Vitti, la pasión por la arquitectura eterna de Miguel Ángel... Y todo con la banda sonora de Lucio Battisti, Franco Battiato y el Festival de San Remo, a quienes que se alude en ellas.
Curación
Phoenix inició el proceso de composición de las canciones de este álbum tras concluir la gira del anterior, allá por septiembre de 2014. Poco después, el cuarteto tuvo la sensación de que “el mundo que conocíamos se colapsaba ante nuestros ojos”, tras producirse los atentados cruentos en la sala Bataclan de París.
Ante su “asombro”, recuerda el guitarrista del grupo, fue surgiendo un repertorio “alegre, romántico y desprejuiciado”. Phoenix tuvo que lidiar con “un leve sentimiento de culpa” aunque, ante tal “flujo incontrolable de inspiración, algo que no había sucedido antes”, la banda optó por seguir adelante. “Comprendimos que nos estábamos abandonando al poder curativo de la música, que era exactamente lo que debíamos hacer”, concluye Laurent Brancowitz.