hAY tradiciones que se pierden en la historia, como la de algunos pueblos pesqueros vizcainos que celebran estos días la festividad de su patrón, San Pedro, al que piden buenas campañas en la mar. Uno de ellos es Lekeitio, que aunque ayer vivió la jornada principal de sus festejos, prosigue con ellos durante todo el fin de semana.
Ubicado en la costa vizcaina, en la comarca de Lea-Artibai, y asentado sobre las laderas de los montes Otoio y Lumentza, Lekeitio rescató ayer el baile de la kaxarranka, la kilin-kala y el aurresku de mujeres, pero los festejos prosiguen hoy con la celebración de San Pedro Txiki, con actuaciones de la Banda Municipal, romería con Akerbeltz, cabezudos y txistularis...
El visitante podrá disfrutar también el domingo de la hospitalidad y alegría desbordante de sus vecinos, ya que se celebrará San Pedro Beltza, con una romería entre las calles Tortola y Beheko Kale, ante la imagen del Santo, un rally fotográfico y habrá también herri kirolak, pelota, juegos infantiles...
Y Lekeitio ofrece mucha vida más allá de la fiesta. Su casco histórico está poblado de palacios, casas- torre, ermitas y antiguas casas de marineros, y contemplar la basílica de Santa María de la Asunción y su retablo gótico hispano-flamenco, el tercero en dimensiones del Estado español, resulta obligado para los visitantes, como acercarse al faro de Santa Catalina, que sigue activo y es actualmente un Centro de Interpretación de la Tecnología de la Navegación.
El visitante más activo puede animarse y pasear por el puerto pesquero y los muelles para empaparse del ambiente marinero de la localidad, y, si está en buena forma, subir hasta el monte Lumentza (el itinerario es solo de unos 20 minutos desde el casco), desde donde se obtienen unas impresionantes vistas generales de la villa. Existe también una ruta por el sendero del río Lea que permite seguir conociendo el patrimonio de la comarca y se puede disfrutar de un paseo por la isla de Garraitz en bajamar o por las playas si el tiempo acompaña.