bilbao - Quien haya acudido a alguna de las pasadas ediciones, sabe que Musika Música va mucho más allá de los conciertos. Su formato festivo consigue que el público multitudinario que acude a Euskalduna no solo escuche la música, sino que la disfrute y sobre todo, que la viva. “Musika Música pretende llegar a todos los públicos, tanto al entendido y experto, como a quien se acerca a la música clásica por primera vez. Somos conscientes de que una gran parte del público no es habitual de los conciertos que durante el año se celebran en Bilbao, pero si conseguimos que al menos una pequeña parte de ellos lo haga en el futuro, nos damos por satisfechos”, explica Josune Ariztondo, directora de Bilbao 700, Fundación que organiza este evento de referencia internacional, con el patrocinio del Ayuntamiento de Bilbao.

Musika Música va más allá de un evento cultural...

-Así es, se trata de una cita de gran impacto social, económico y de imagen de ciudad que traspasa nuestras fronteras. El año pasado realizamos una evaluación externa y reveló que por cada euro invertido retornaba 1,35 para la ciudad. Y hace poco en una mesa redonda organizada por la Sociedad de Estudios Vascos en torno a la cultura, con los datos de la SGAE, se llegó a la conclusión de que este festival salvaba las cifras del consumo cultural musical en Euskadi. Pero, como dijo el alcalde de Bilbao y presidente de Bilbao 700, Juan Mari Aburto, el retorno económico no es lo único importante. El festival consigue que se asocie la imagen de Bilbao a la cultura, a la música, nos permite ver lo que se hace en el mundo y traer a los mejores intérpretes, dentro de nuestras posibilidades, y además, que nos vean.

850 músicos, 75 conciertos de salas, y otros 24 de conservatorios y escuelas... ¿Cómo se consigue organizar un festival de estas dimensiones?

-Desde finales de marzo, empezamos a trabajar en la siguiente edición. Hay que elegir compositores, temáticas, obras, intérpretes, contactar con ellos, escucharles, hablar con expertos de música vascos... Y luego, los cachés, los viajes -cuanto antes lo cierres más baratos salen-, los hoteles... No me canso de agradecer el esfuerzo que han realizado todas las personas que han trabajado en las ediciones anteriores, y al equipo actual, muy reducido, pero muy entregado, que con mucha imaginación ha ido añadiendo nuevos formatos y novedades. Hay que innovar.

Este año, el festival mira a Bohemia y tiene sus protagonistas en Mahler, Smetana, Dvorak, y Janacek.

-Había que pensar en entrar ya en la transición del siglo XIX al XX; antes de dar el salto transoceánico nos hemos centrado en esos años en el corazón de la música en Europa, en la región de Bohemia, que nos proporciona estos cuatro grandes compositores. Mahler es quizá el más escuchado, su Sinfonía número 2 abrirá el festival. Pero tanto él, como Smetana, Dvorak, Janacek nos proporcionan unas propuestas muy atractivas tanto en formato de gran sinfonismo como en el de cámara.

También se ha reservado un importante espacio a un compositor vasco, Pablo Sarasate...

-En la medida en la que podamos, cada año incluiremos a alguno de nuestros compositores. En este caso, hemos elegido a Pablo Sarasate, que aportará distintas obras. Además, se ha programado un concierto audiovisual sobre la vida del violinista navarro, con música en directo, dirigido por Joaquín Calderón.

Uno de los aspectos que destaca del festival son sus precios populares: de cuatro a 12 euros.

-Es uno de los ejes fundamentales de esta cita musical. Con una entrada a un concierto cualquiera, que se puede adquirir desde cuatro euros, puedes disfrutar de él y del ambiente de Musika Música. Para los que no hayan venido nunca, yo les recomendaría que compren una entrada, que se acerquen al kiosco para escuchar a los chavales y chavalas de los conservatorios, que los hay fantásticos; que vayan a la sala 2 que también es gratuita, que participen en conferencias, en los encuentros con artistas... Te permite pasar todo el día inmerso en la buena música, viviendo el ambiente de este festival. Estoy segura de que repetirán al día siguiente.

Elegir entre una oferta tan amplia y concentrada no es sencillo. ¿Qué consejos nos puede dar Josune Ariztondo, que es una gran melómana, para no perdernos lo más importante de esta cita musical?

-Hay tanta diversidad que resulta imposible no dejar de lado algunas opciones de gran interés. El público que acude es muy plural y heterogéneo, hay propuestas interesantes para niños y niñas, familias, grandes aficionados, para los que no han perdido el respeto todavía a la música clásica... Estoy teniendo grandes problemas para decidirme, pero tengo la expectativa repartida entre las grandes sinfonías y los grupos que hemos traído de reconocimiento internacional como la Aurora Orchestra, que interpretará La canción de la tierra, de Mahler; la Orquesta de Cámara de Viena, la Orquesta de Ostrava, Vlach Quartet Prague...

¿Y en el apartado vocal?

-Además de la Coral y de nuestros solistas, como Miren Urbieta, Olatz Saitua, Ainhoa Zubillaga, tenemos a cantantes muy importantes, junto a intérpretes jovencísimos. Así que está muy, muy complicado. Pero, ahí reside la gracia de este festival, en su gran variedad y en su calidad.

Aunque muchos intérpretes repiten y no se pierden nunca esta cita, también hay muchos que debutan en este festival.

-Hay algunos que ya tienen anotada esta cita en su agenda, pero siempre trabajamos para que haya un gran número de orquestas e intérpretes nuevos. Por ejemplo, en esta edición, tocarán por primera vez los músicos de la Sinfónica de Navarra, la Banda de Música de Bilbao, la Janácek Philarmonic Orchestra de Ostrava, la Sinfónica de Galicia y la de Navarra, Aurora Orquesta, Natalia Ensamble, Pavel Haas Quartet y Trío Arbos, entre otros.

Entre las novedades de esta edición, están nuevos espectáculos para los más pequeños.

- En Musika Música se realizarán talleres infantiles, como Desde Bohemia a Bilbao y Tik-Tak Denbora, para niños y niñas entre los 5 y 8 años. Sus padres los pueden dejar para que disfruten de ellos y se pueden ir a otra sala a escuchar un concierto. Además, a las sesiones didácticas, se han inscrito aproximadamente 2.500 escolares de Bilbao y alrededores. Están funcionando muy bien, debido al aforo no hemos podido responder a todas las peticiones, pero para el año que viene vamos a buscar nuevos espacios.

Además de las butacas del auditorio, este año se numerarán también las de la Sala 1. ¿Era necesario para evitar las colas?

-En la encuesta que realizamos, vimos que este era uno de los temas que se podía mejorar. De esta manera, se acude con más tranquilidad sabiendo que en las salas grandes no tenemos que andar angustiados por coger un asiento, corriendo, dejando abrigos para reservar sitios...

Con precios tan populares, ¿qué parte del presupuesto cubre la taquilla?

-El año pasado fue de 235.000 euros; con entradas de 4, 6, 10 y 12 euros llegar a esa cifra, está muy bien. Este año contamos con un presupuesto de 1.550.000, el mismo que en 2016; los cachés de los artistas son más altos, las formaciones son mas grandes porque las sinfonías son importantes en estos compositores bohemios. Pero hemos podido ajustar mucho en infraestructuras. De todos modos, el retorno económico es importante.

La música volverá a salir de su marco habitual, con ‘Auzoz auzo’. ¿Cómo van los conciertos en la calle?

-Estoy muy satisfecha, estamos consiguiendo llevar la música a los distritos, a los diferentes barrios, en formatos como flashmob, talleres para niños, conciertos al aire libre, cuando el tiempo lo permite... Y cuando no, aprovechando los centros de distrito de Bilbao. Al final, muchos de los que asisten a ellos acabarán disfrutando con la música clásica.