bilbao - Sin aspavientos innecesarios ni elevar demasiado el sonido de las guitarras ni de la voz. Así es la vuelta de Gari, el excantante de Hertzainak, que publica Estutu (Elkar), un disco de madurez que “reivindica la dignidad del músico y del artista desde lo pequeño”, y que plantea una etapa nueva para el roquero junto al grupo Maldanbera. “Es un disco de pop contemporáneo y sonido melancólico, aunque también vitalista y optimista”, explica.
Tres años después de Ez da amaiera, Gari acaba de publicar Estutu, su disco “más especial” y, al mismo tiempo, “el más bilbaino”, ya que todo el proceso de creación y grabación se ha realizado en la capital y con colaboradores vizcainos. “Ha sido un viaje muy fácil”, indicó ayer Gari, que lo presentó en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. “Mostrarlo aquí y tocar algunas canciones es una cuestión de dignidad para los pobres currelas que hacemos música. ¡Ya sabéis cómo está todo, incluido el arte!”, apostilló.
Estutu marca el regreso del músico gasteiztarra al formato de grupo, en este caso Maldanbera, un trío con el que comparte autoría desde la oscura portada del álbum. “Es un proyecto nuevo, con banda. Es que los músicos no me suelen aguantar”, explicó el roquero entre risas, rodeado por sus lugartenientes actuales: el batería Natxo Beltrán, el teclista Oier Aldekoa y el guitarrista y teclista Miguel Moyano.
El nuevo disco de Gari es el resultado de “un largo proceso realizado por un amplio equipo” que ha fructificado tras una década de trabajo en la que “he jugado con ideas y realizado muchas pruebas, con errores incluidos”. Este trabajo le sirvió al músico como “un aprendizaje extraordinario, una especie de travesía” que culmina con un disco cuyas canciones hablan de “la vida, de lo que fuimos y de lo que somos”, y que aporta “una mirada hacia atrás pero sin nostalgia”.
Estutu es un disco de sonoridad austera, sin alardes instrumentales y que juega con las texturas y los ambientes. Un trabajo que queda simbolizado en la labor de la banda y el del productor Jon Agirrezabalaga, miembro de We are Standard. “El lenguaje del rock no desaparece y no sabría decir si es moderno o no. Es un disco de pop en el que hemos utilizado herramientas contemporáneas y menos orgánicas que en los anteriores”, indicó a DEIA, a la vez que destacó la labor importante del productor. “Ya habíamos trabajado juntos y vimos que había sintonía entre nosotros. Por ello, Jon debía servir para mostrar las inquietudes musicales y de las letras de las canciones. Ahí, su papel es evidente e importante”, apostilló.
A pesar de que las nuevas siete canciones de Gari tienen un sonido más alternativo, sencillo e introspectivo, y en el que su autor no alza la voz debido a “la edad y a que la composición partió de guitarras acústicas”, el tono melancólico del repertorio no implica tristeza ni rendición alguna. “Es un disco optimista y vitalista”, en palabras del músico euskaldun.
Lo prueban las letras de temas como Egun on mundo o Berlin. En la segunda, acaba brindando por la vida. “Merezi du bizitza”, canta Gari, que mira hacia atrás para reconciliarse con su pasado pero encarando vital el futuro. “Treinta años después de tocar con Hertzainak volvimos al mismo local de Berlín. Pasó el tiempo y murió Lou Reed, uno de mis referentes, y también Warhol. Ambos están en la canción, que es como una fiesta sobre el paso del tiempo”, indicó. “Bowie no está, pero sí en otras porque su influencia ha sido espectacular”, apostilló.
dignidad Gari, que explicó que Estutu incorpora solo siete canciones para “sonar compacto” y que se quedaron fuera otras “típicas del Gari más previsible”, destacó que la apuesta por Maldanbera “no es puntual” y aseguró que “no bajo el último puerto cansado sino suave, suave”. En su opinión, su trabajo es “ser capaz de transmitir mi música en cualquier escenario desde la dignidad y el formato pequeño porque el músico y el periodista está en una posición de sometimiento; solo nos queda luchar, ir ligeros de equipaje y mostrar lo que sabemos”. Sus primeras paradas serán el 26 de este mes en Gares-Puente La Reina, en Casa Vínculo, y el 26 de diciembre en el Teatro Victoria Eugenia de Donostia.