un fatal accidente de avión nos privó de la voz de Otis Redding muy pronto, hace casi medio siglo, cuando el poderoso cantante de Georgia estaba en la cumbre de su carrera, con solo 26 años. Pero la voz del mejor cantante de soul de la historia, en competencia con Sam Cooke, sigue viva, como confirma la reedición de Otis blues (Rhino.Warner), su obra cumbre, editada hace 50 años, grabada con unos músicos excelsos y con un repertorio que roza la perfección entre versiones y canciones propias. Entre Respect, Satisfaction o I´ve loving you too long.

Otis Blue/Otis Redding Sings Soul figura entre los mejores 500 discos de la historia de la música, según la revista Rolling Stone, entre los 35 para el New Musical Express y entre el centenar, para Time. Aunque estas clasificaciones se merecen una consideración relativa, ya que todo es opinable, la coincidencia es generalizada al tratarse de Otis Redding, un vocalista poderoso, estratosférico y que mostraba un timbre recio y profundo frente a la elegancia y sofisticación de un Cooke que (especialmente) se desmelenaba en directo, como confirma su disco grabado en el Harlem Square Club de Florida.

Otis blue fue su tercer disco, editado el 15 de septiembre de 1965 y el que tomó el relevo a su debut, Pain in my heart, y a The great Otis Redding sings soul ballads, que solo lograron un éxito moderado. A la tercera, la vencida. Otis y los degustadores del mejor soul tocaron el cielo con él. Y seguimos pegados a él. Al disco? y al cielo cada vez que suena porque lo firmó un grande en el mejor momento de su carrera. La voz de un estilo, de un sonido y de una época inolvidable que siguen vivos 50 años después con una reedición -a precio asequible- en formato reducido de la colección coleccionista de 2008, aunque también con temas en directo -extraídos de Live At The Whisky A Go Go y Live in Europe- y en mezclas diversas.

Otis blue se grabó en una sesión única de 24 horas, en julio de 1965, y en aquel estudio de Stax Records se juntó una pléyade de músicos estelares. Al frente estaba el teclista Booker T. y sus The MGs, un trío liderado por la guitarra de Steve Cropper y que completaban el bajista Donald Duck Dunn y el batería Al Jackson Jr. Con ellos, insuflando fogosidad, la sección de metales de las Mar-Keys, más Isaac Hayes al piano. Un plantel de Champions League puesto al servicio de una voz descomunal que lo bordó al elegir una combinación indiscutible de temas propios con versiones. De My girl, de Smokey Robinson, al Satisfaction de los Stones, sugerido por Cropper y que, al parecer, Otis ni había oído. Y sin olvidar tres composiciones míticas de Sam Cooke, como Wonderful world, la bailable Shake y el icónico de la época A change is gonna come, símbolo del ansia de libertad de la comunidad afroamericana.

Además del piano, una sección rítmica incansables y los inevitables metales, Otis blue es un disco de soul con gran presencia de guitarras. Y Crooper se sale, rivalizando con los vientos, en un álbum que ofrece tres composiciones originales de Redding. Son la balada inicial Ole man trouble -la plegaria de un hombre agobiado por sus dudas y miedos- y dos clásicos imborrables del soul: Respect, que popularizó Aretha Franklin dos años después, y I´ve loving you too long, una de las canciones de amor más expresivas de la historia, puro almíbar para los oídos.

“Me tomó un día escribir Respect, veinte minutos arreglarla y una única toma grabarla”, decía Otis sobre su clásico, que Aretha convirtió en un himno de reivindicación feminista aunque su origen, al parecer, fue otro. El batería de Otis le dijo en una conversación durante una gira que el músico se pasaba en la carretera media vida y que “se merecía un poco de respeto” al regresar a casa, por parte de su pareja. El disco incluye también el blues Rock me baby, de B. B. King; la vibrante Down in the valley, de Solomon Burke; y la balada You don´t miss your water, de William Bell.

la chica de portada Este disco mítico cuenta también con otra curiosidad que atañe a su portada. Es uno de sus grandes misterios porque, medio siglo después, no se sabe a ciencia cierta quién es la belleza rubia de la fotografía. Algunas fuentes indican que podría ser Nico, la modelo que se hizo popular junto a la Velvet Underground, mientras que el fotógrafo Peter Sahula creer recordar, sin plena seguridad,que podría ser la modelo alemana Dagmar Dreger. Por si fuera poco, la familia de Otis Redding ha emprendido una campaña en redes sociales para encontrar a “la chica de la portada de Otis blue” a través del hastag ?#?FINDDAGMAR.