AMORINO ofrece en Bilbao auténtico gelato italiano, 100% artesano y natural, sin ningún conservante ni colorante ni potenciadores de sabor. Incluso ofrecen sabores bio-orgánicos.
Por su original forma de flor, bien puede decirse que son helados “con arte” para degustar precisamente en el distrito artístico bilbaino, junto al Museo Guggenheim Bilbao.
Este verano ofrecen 20 sabores diferentes, con mención especial a sus tres tipos de chocolate (con leche, con avellanas y negro). Este último es uno de los más vendidos, al resultar más ligero, perfecto para gente que no toma lactosa. De esa veintena de sabores, 18 son sin gluten. Los hay de galleta belga de canela, de yogurt, de dulce de leche, avellana de Piamonte, mango de la India, fresa, frambuesa, limón de la zona de Nápoles, de crema con confitura de cerezas Amarena, de Stracciatella, de pistacho Mawardi de Oriente Medio, de café de México, de tiramisú, de vaniglia de Madagascar o incluso de cítricos de Sicialia como pomelo rosa, mandarina y naranja sanguina.
Mensualmente sorprenden a sus clientes con sabores estrella. Así, en agosto, el protagonista será el melón y en septiembre el helado de arándanos.
Todos los helados de fruta son sin leche y llevan hasta un 70% de fruta natural y huevos bio, lo que les aporta una calidad indiscutible. Además, se elaboran siguiendo la receta italiana que produce un gelato más cremoso, más denso y con menos aire.
Los helados de Amorino se ofrecen en cono y en tarrinas de diferentes tamaños y permiten mezclar sabores. Para llevar los preparan al momento, por litro o medio litro.
Amorino abre todos los días y además de sus míticos helados, elabora gofres, crepes, café italiano, 10 tipos de chocolate caliente, macarons tradicionales y rellenos de helado y los llamados focaccias, un sandwich caliente italiano de jamón y queso, o espinacas y parmesano, o de tomate y mozarrella, por ejemplo.