cannes - Jacques Audiard se alzó ayer con una inesperada Palma de Oro de Cannes por Dheepan en un palmarés muy francés, que dejó fuera a una de las películas favoritas, Youth, de Paolo Sorrentino, y tuvo en el actor Vincent Lindon al más emocionado de los ganadores de esta 68 edición del festival.

El jurado presidido por los hermanos Coen desveló un palmarés que incluía casi todos los filmes mejor recibidos este año, pero no en las categorías que se esperaban. Son of Saul consiguió el Gran Premio del Jurado; The Assassin, del taiwanés Hou Hsiao-Hsien, el de mejor director; The Lobster, del griego Yorgos Lanthimos, el Premio del Jurado; el mexicano Michel Franco el de guion por Chronic y los de interpretación femenina fueron para Rooney Mara (Carol) y Emmanuelle Bercot (Mon roi).

Los hermanos Coen aseguraron, en rueda de prensa, que todos los miembros del jurado -que incluían al director mexicano Guillermo del Toro y la actriz española Rossy de Palma- se quedaron “entusiasmados” por Dheepan, que consideraron una “una película magnífica”.

“Es un poco artificial creer que nuestras elecciones se basan en la nacionalidad de las películas. Algunos de los premios son directores nuevos y otros veteranos con largas carreras. La competición es algo imperfecto, pero representa lo que hemos creído mejor”, explicó Del Toro, ante las preguntas por la gran presencia de filmes franceses en los premios y la ausencia de italianos.

Junto a la Palma de Oro para la película de Audiard -bastante contestada en la sala de prensa- sobre dos inmigrantes ceilandeses, la gran ganadora de la noche fue Son of Saul, una valiente y espectacular ópera prima del húngaro László Nemes. La cinta narra la historia sobrecogedora sobre los judíos del campo de concentración de Auschwitz que ayudaban a los nazis a limpiar las cámaras de gas.

“En este filme queríamos hablar a nuestra nueva generación de la aniquilación de los judíos de Europa”, afirmó un emocionado Nemes, que destacó las dificultades a las que tuvo que hacer frente para hacer el filme.

Si Nemes estaba emocionado, el francés Vincent Lindon fue sin duda uno de los grandes protagonistas de la noche al asegurar con lágrimas en los ojos que “es la primera vez que me dan un premio en mi vida”, lo que le hizo recibir la mayor ovación de la ceremonia, pese a que el favorito indiscutible para el galardón era Michael Caine. Su papel de un hombre que pierde su puesto de trabajo y se tiene que enfrentar a la dureza del actual mercado laboral en La loi du marché, de Stephane Brizé, le dio un premio que dedicó a “todas las personas que no han sido consideradas a la altura de lo que merecen”.

El de mejor actriz fue ex aequo para la estadounidense Rooney Mara por su maravillosa interpretación en Carol, -que protagoniza junto a la igualmente impecable Cate Blanchett- y para la francesa Emmanuelle Bercot por Mon roi, uno de los filmes más flojos de la competición.

Otro de los filmes que más había gustado en Cannes, la compleja The Lobster, del griego Yorgos Lanthimos, ganó el Premio del Jurado por una historia desoladora sobre la falta de amor, un texto “muy difícil de entender”, como reconoció el director al recibir el galardón.

El mexicano Michel Franco consiguió el premio al mejor guión por Chronic. “Lo que era maravilloso de este guion era que abre una multitud de posibilidades para un personaje que está vacío, un personaje que ha tenido numerosas pérdidas en su vida”, afirmó Guillermo del Toro en la rueda de prensa.

Un palmarés que, por desgracia, como resaltó Rossy de Palma, no incluye premios a las interpretaciones secundarias, que ella hubiera dado a la veterana actriz italiana Giulia Lazzarini por Mia madre, de Nanni Moretti, por la “enorme ternura” con la que interpreta a un mujer que se encuentra en sus últimos días.

El jurado reconoció además al colombiano César Augusto Acevedo por La tierra y la sombra, que recibió la Cámara de Oro como mejor ópera prima. Unos premios que se entregaron en una ceremonia en la que también se homenajeó a la veterana directora francesa Agnès Varda, una de las principales impulsoras y única mujer de la Nouvelle Vague.