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Familiares, amigos y compañeros despiden en el Arriaga al actor Aitor Mazo

En una emotiva gala donde se sucedieron las muestras de cariño y los emocionados guiños a su trayectoria personal y profesional

Familiares, amigos y compañeros despiden en el Arriaga al actor Aitor Mazo

U N brindis. Una copa de vino alzada por Patxo Telleria y Mikel Martínez en nombre de los que ya no están y también de los allí presentes, reunidos en el hall del Arriaga, templo de Baco. Así despidieron en la noche de ayer amigos y compañeros de la escena vasca al actor bilbaino Aitor Mazo, fallecido el pasado jueves a los 53 años. Un nutrido grupo de personas apuraba los últimos minutos antes de las diez de la noche en las inmediaciones del teatro bilbaino. Este lugar, que vio resurgir hace escasas semanas a un resplandeciente Anton Abbadia en el festival Loraldia, último personaje encarnado por Mazo, hizo ayer las veces de triste escenario de su despedida. Las vivencias compartidas se adueñaron poco a poco de un abarrotado hall del Arriaga, donde se agolpaban muchos de los amigos y compañeros con quienes coincidió en escenas, viajes y giras, pero también muchos otros conocidos de su barrio, Txurdinaga. Todos ellos quisieron recordar al actor y despedirle sobre las tablas, en un escenario que pisó en innumerables ocasiones. Esta vez, no obstante, su vacío fue llenado por actuaciones musicales, una representación de danza y las intervenciones que fueron dibujando el retrato de un actor “de verdad” que siempre tuvo claro que lo suyo era la interpretación, la magia del escenario.

El actor Mikel Martínez, que acompañó a Mazo desde sus inicios en el grupo de teatro Maskarada, explicaba ayer a DEIA que desde Tartean Teatroa, compañía impulsora del homenaje, habían tratado de hacer “algo bonito, agradable, donde tuviera cabida toda la gente que le quería y donde acabaron confluyendo muchos tipos de representaciones artísticas”. Martínez destacaba que “Aitor era una persona llena de energía, con una capacidad increíble para divertir y sorprender a la gente”, y que precisamente ese espíritu era el que habían querido reflejar durante el acto.

ADIÓS “POR ‘BURLERÍAS” A pesar de ser un adiós, y como ya adelantaba su compañero y amigo Patxo Telleria, el humor también encontró su sitio, tal y “como a él le hubiera gustado”. El propio Telleria y Martínez fueron los encargados de arrancar sonrisas “cantando a Aitor por burlerías” y rememorando en un sketch las obras de teatro en las que trabajaron juntos.

La agrupación coral Jatorki interpretó un emocionado Goizian argi hastian, pieza “que el actor adoraba”; una banda sonora en la que también quisieron participar el pianista Iñaki Salvador y Amaia Ortega y que incluyó la actuación del grupo de danza Gaztedi, donde recaló en sus años de juventud. Otro de los momentos más emotivos de la gala, conducida por los actores Itziar Atienza y Mikel Losada, fue la interpretación de Ne me quitte pas. El célebre tema del compositor Jaques Brel sonó ayer en el Arriaga en la voz de Jone Portela, haciendo un guiño a la película Bypass, que Mazo y Telleria dirigieron juntos.

La hija del actor, Nerea, quiso tomar la palabra para recordar en una emocionada carta a su aita, y recibió, junto al resto de la familia, el bastón que acompañó a Mazo durante el fin de semana en el que encarnó a Abbadia en Loraldia. La organización del festival quiso, mediante este simbólico gesto, trasladar la emoción que el bilbaino sintió al contribuir a trasladar al público la figura de este impulsor de la cultura vasca.