DOS meses después de la muerte de Paco de Lucía, se edita el CD en el que trabajaba, en honor a su madre, Andalucía y la copla. Su óbito devuelve al maestro tras una década con un CD grabado en sus estudios de Palma de Mallorca. Y lo hace desde la pasión y la entrega, alejado del virtuosismo, con una guitarra que se frena y toca las notas justas -a veces con guiños jazz y latinos-, las que aprendió de niño oyendo a Quiroga, León y Marifé de Triana. Con colegas como Alain Pérez, Benavent y Piraña, y las voces de Estrella Morente, Parrita y Oscar de León, rinde tributo a María de la O, Ojos negros, Te he de querer mientras viva... Ofrece pellizcos de su genio pero sin riesgos.
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