JORGE Drexler posee un Oscar y algún Goya pero, sobre todo, capacidad para poner banda sonora, combinando armónicamente beats y cuero, a la sociedad del cambio de milenio. El compositor uruguayo acaba de publicar Bailar en la cueva (Warner), con colaboraciones del clásico brasileño Caetano Veloso y un miembro del contemporáneo dúo Calle 13. Es un disco "para el cuerpo, una celebración de la danza y la música como determinantes de nuestra identidad humana", asegura Drexler, que inicia su gira de presentación el día 5 en el Social An-tzokia de Basauri, antes de viajar a Chile, Argentina y Uruguay. El CD es ya todo un éxito en múltiples países.
Cuatro años después de Amar la trama, regresa Drexler, más bailable que nunca y más sintético en sus poéticas y preclaras rimas. Entre las recientes, destacan "la idea es enteramente nueva" y "por mucho que me mueva siempre me encuentro". Ambas revelan su negativa a adocenarse y su fuerte personalidad artística, que hacen al oyente identificarle a la primera escucha. Su disco actual es "una celebración de la danza y la música como determinantes de nuestra identidad humana", explica el cantante, que recuerda que el ser humano se reunía en torno al fuego para danzar incluso antes de disponer de un lenguaje estructurado y de conocer la agricultura.
"Hoy seguimos juntándonos para hacer música y bailar en todos los círculos sociales de todas las culturas, sin excepción. Alguna ventaja evolutiva debe tener para que lo mantengamos", apostilla el uruguayo, que reside en Madrid. "En un plano personal, este disco es un intento de recuperar la relación entre mis canciones y el baile. Es un disco bailable en gran parte", explica Drexler, que se crió en un país en dictadura donde el baile no estaba bien visto ni por el régimen militar ni por los intelectuales de izquierda con los que creció.
Bailar en la cueva es un disco profundamente ligado al continente latinoamericano, grabado en Colombia, donde su autor descubrió "la coexistencia viva y palpitante entre la música de raíz y la contemporaneidad", una filosofía que recorre toda su obra, en la que se alternan cumbias con reggae, bossa, zoukou, zambra, pop, candombé, rap y electrónica. Cuero y beats. Además, las diversas colaboraciones, entre las que destaca la de Caetano Veloso ("uno de mis referentes principales y para mí el mejor exponente vivo de la canción iberoamericana"), Bomba Estéreo, Ana Tijoux y Eduardo Visitante de Calle 13, conectan el disco con Chile, Venezuela, Brasil, Costa Rica, Puerto Rico?
Drexler compuso sus últimas canciones en la playa cántabra de Somo y como la idea era "hacer un disco para el cuerpo", no solo para la emoción y la razón, "centramos el trabajo en el groove, el ritmo, sobre todo con percusionistas colombianos". Drexler buscó "un plano más físico" en las canciones, como si las escribiera "desde los pies". El resultado es muy bailable y provocó que la rica y poética lírica del autor se traduzca en "letras más sintéticas, concretas y breves".
concierto y economía El sábado arranca la presentación del disco, en el Social Antzokia de Basauri. La idea es que sean "conciertos más expansivos que los anteriores, para verlos de pie, inclusive, durante buena parte de los mismos", indica el uruguayo, que se acompañará de una base rítmica "muy reforzada" y de su sección de tres vientos. También se cuidará "el paisaje de luz" y se llevarán las canciones anteriores al terreno rítmico actual. "Serán dos horas de comunión a través de la música, el texto y la danza", añade el también actor.
Sobre el delicado momento actual que vive la música, Drexler cree que se debe al "momento de cambio general, cambio de paradigma", algo a lo que la música no puede abstraerse. "Desde el punto de vista creativo, no se me ocurre una etapa más interesante para hacer música que ésta. Todas las herramientas están a nuestro alcance", razona el cantante, que, sobre la industria musical, considera que se debe encontrar "una vía legal sensata y realista" para que los autores puedan cobrar y seguir generando ideas. "La cultura es el perfume de nuestra especie, cuidemos a los perfumeros", concluye.