Bilbao - Aunque su vida ha transcurrido entre televisiones públicas y privadas, Josep Lluís Merlos afronta ahora un cambio radical "porque el modelo de televisión que se plantea es completamente diferente". Hasta la fecha ha cubierto veintiún mundiales de MotoGP y diez de Fórmula 1, además de otros deportes. También ha hecho programas culturales e incluso fue disc-jockey de Los 40 Principales durante cuatro años. "Básicamente soy un enamorado del periodismo", recalca. Nadie se atreverá a dudarlo si sabe que hizo su primera crónica en 1971, ¡a los 13 años!, en la única revista de motos que había en ese momento.
¿Cómo se le ocurre a un chaval de 13 años mandar una crónica a una revista?
-Porque era muy pobre. Mi familia no tenía recursos económicos y yo quería una moto, como mis compañeros de colegio. Mis padres apenas tenían dinero para pagar la hipoteca y decidí que tenía que comprármela yo. Engañé a la revista, me hice pasar por alguien mayor y durante tres años estuve mandando crónicas casi cada fin de semana. Entonces iba en pantalón corto a las carreras y la mayoría de las veces me llevaba mi padre.
¿Y no se enteró nadie?
-Al final, en Montjuïc, me encontré cara a cara con los responsables de la revista, que habían venido de Madrid; y entonces se descubrió el pastel. Les hizo tanta gracia que no me echaron y con 16 años empecé a seguir a Ángel Nieto por los circuitos de todo el mundo. Yo soy un yonqui de la gasolina: la primera carrera que vi fue de motos y la segunda de Fórmula 1. Con el ruido de los motores y el paso de los coches a dos metros de distancia me eché a llorar de emoción, aunque mi padre pensó que era del susto.
¿Qué le movió a fichar por Movistar TV?
-El motivo fundamental ha sido el reto de entrar en un proyecto completamente innovador. Sobre todo es una apuesta de futuro, es la tendencia general que hay en Europa y quería probarlo. El modelo de televisión va a cambiar, no solo por la aparición de Movistar TV. Por el tipo de producto que yo hago -acontecimientos deportivos, sobre todo motor y específicamente F1- el acceso a los derechos de las grandes ligas difícilmente va a ser posible en otros planteamientos que no sean de carácter muy privado.
Su reto es mayor que el de MotoGP porque la Fórmula 1 convivirá dos años con las retransmisiones en abierto de Antena 3 y TV3?
-Sin duda. En las motos, esta temporada la mitad del campeonato será en abierto y la otra mitad en pago por visión, pero la Fórmula 1 será un reto mucho más contundente. Sin embargo, yo entiendo que la oferta que presentamos es lo suficientemente atractiva como para que por lo menos el heavy user, el aficionado puro y duro a la Fórmula 1, se plantee vernos para probar qué somos capaces de ofrecer en pago por visión.
¿Cree que la gente va a asumir que no se puede acceder gratis a todo?
-Implica un cambio de mentalidad muy radical. Puedo comprender que inicialmente haya dudas porque estábamos acostumbrados a que la información casi no tuviera un valor económico ya que en un momento dado se pasó a tenerlo todo gratis en internet. Entre una opción y otra hay un camino intermedio y es el de la televisión de pago. Nadie se cuestiona que hay que pagar por ir al teatro o a un concierto, así que entiendo que cuando la contraprestación económica que se demanda es más que razonable es normal que determinados contenidos televisivos no sean gratis, que el acceso sea a través del pago.
¿Y tenían que ser motos y coches?
-En los últimos tiempos hubo una gran rebelión popular por el exceso de publicidad tanto en F1 como en MotoGP, pero los derechos de estos deportes cuestan muchísimo. El fútbol sigue siendo el deporte con más audiencia en España pero después viene el motor, que supera al baloncesto. Es un nuevo modelo por el que hay que pagar: o emisiones en abierto gratis inundadas de publicidad o limpias de anuncios a través del pago por visión, pero esto tiene un coste que el espectador debe asumir. Mucha gente se está sorprendiendo y sin embargo a nadie le extraña que para ver un partido de fútbol haya que pagar. No es que el modelo esté cambiando ahora, ya empezó a hacerlo cuando el fútbol accedió al pago por visión.
¿No ha sido muy repentino?
-Yo conocía el interés de Telefónica por entrar en la Fórmula 1 pero, con sinceridad, no me lo creía. La confirmación me vino en forma de propuesta laboral. He entendido el planteamiento y creo absolutamente en él. Tengo la sensación de que con el teléfono me están regalando la televisión, no al revés.
¿En poco tiempo no se podrá ver gratis ningún deporte?
-Tengo dudas de que quede deporte en abierto, salvo los Juegos Olímpicos y algún acontecimiento que antes se entendía como de interés general. A la larga todo estará en el pago por visión con un precio proporcional al interés y al grado de aceptación de cada deporte.
¿Será una temporada aburrida?
-Nunca ha habido tantos cambios a la vez. El campeonato será igualado porque las nuevas normas equiparan bastante a los equipos, aunque delante estarán los de siempre: Red Bull, Ferrari y Mercedes. Este año es el de la Fórmula del 5: Schumacher ganó su primer título en Ferrari en su quinto año con los italianos, es la quinta temporada de Alonso en Ferrari, la quinta del equipo Mercedes actual y Red Bull puede conseguir su quinto título. Nos vamos a divertir.
Leyendo algunas crónicas, parece que los triunfos no son de Vettel, sino de un ingeniero...
-En los últimos años la F1 se ha convertido en una competición de ingenieros especializados en un apartado muy concreto, la aerodinámica. Enzo Ferrari siempre decía que eso era para los que no sabían hacer motores. En el pasado, el aspecto técnico primordial en un monoplaza de Fórmula 1 era el motor pero en los últimos años la aerodinámica ha sido el factor diferencial. El presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, recordó que fabrican coches, no aviones. La Fórmula 1 está evolucionando hacia un nivel en el que la tecnología que prima es más de aviación que de automoción. Habría que reconducir esta situación. Ahora parece que el motor va a recuperar importancia y la aerodinámica no tendrá tanta trascendencia. A mí me gustaría que fuera así.
Si los coches fueran iguales, clonados, ¿quién ganaría el Mundial?
-Muy probablemente Fernando Alonso. No sé si es el mejor porque ése es un concepto muy abstracto, pero sí es el más completo. Pienso que Ferrari está un poco en deuda con él porque hasta el momento no le ha dado las herramientas que merecía para sacar a relucir su calidad incuestionable.