BILBAO. La gran mayoría están construidas para que el espectador pueda interactuar con ellas, experimentando su propio cuerpo y sus sentidos, pero a la vez son frágiles y delicadas, con superficies hechas de poliamida -el material de las medias femeninas- en las que hundir el cuerpo, figuras a las que abrazar y entornos fantásticos para oler y sentir.

El recorrido se inicia en el atrio, de cuyo techo, a 55 metros, cuelga la instalación "El cuerpo que cae (Le corps) femenino (de Leviatán Thot)", compuesta por un gran cuerpo colgante y estirado que levita y envuelve al visitante con sus miembros, largos y suaves, que caen pesadamente.

Para Neto, esta bestia representa a la sociedad en la que todos nos encontramos y nos recuerda la fuerza de la gravedad que nos ancla a la tierra.

Para apreciar el conjunto de esta escultura, es mejor verla desde arriba, pero la vertiente lúdica de Neto ha dejado en el suelo la instalación "Mirando al cielo", unas hamacas que permiten al visitantes tumbarse y desplazarse con los pies por el atrio, observando tanto la arquitectura del museo como la enorme escultura "El cuerpo que cae", que pende sobre sus cabezas.

No menos espectacular es "Así es la vida", una pasarela con forma de dragón suspendida del techo y realizada con la técnica manual y multicolor del ganchillo.

Neto invita al visitante a dar un paseo mágico por el interior de la pasarela, a experimentar cómo el suelo se estremece a medida que se separa del pavimento, a escuchar el sonido de las bolas de plástico bajo sus pies descalzos, y, finalmente, a recostarse en la parte más alta del dragón para disfrutar del panorama, hacer un descanso y pensar.

A continuación la amenazante construcción "Labios de piedra, tetas de pimienta, amor de clavo, rana de niebla" da la bienvenida al visitante al comienzo de las salas clásicas.

En su interior, dos "lágrimas masculinas" rellenas de pimienta y una "lágrima femenina" engordada con clavo despiertan el sentido del olfato del visitante agudizando el sentimiento de ensoñación.

En "Dulce borde", diseñada específicamente para el Guggenheim, el artista "construye" su propio bosque con un "horizonte" de nailon que compone el techo de la obra y que permite que se filtre la luz.

Bajo ese techo translúcido, se encuentran unas velas y una serie de pufs dispuestos alrededor que permiten al visitante relajarse rodeado por este bosque virtual de esculturas mientras respira hondo e inhala las aromáticas especias.

La muestra continúa con la escultura "El tiempo lento del cuerpo que es piel", un tejido de alfombras de pequeños nudos que forman un manto rojo tupido que parece cubrir una montaña u un animal, en una representación de la idea de transición entre cuerpo y paisaje tan presente en la obra del artista.

Así se llega a "Que no te asuste el caos", formada por dos grandes capas de tejido de poliamida que cubren el suelo y el techo, unidas mediante columnas del mismo material.

Al iniciar, descalzo, su tránsito por este espacio, el visitante experimenta cómo la estructura transparente se transforma con el peso de su propio cuerpo.

Corona la galería la obra "Nave Útero Capilla II", en cuyo interior Ernesto Neto se casó con su novia Lili en el año 2001.

Este espacio también busca la interacción del espectador con la serie "Humanoides", realizada en 2001 con espuma de poliestireno y poliamida, unas figuras capaces de acomodarse a la anatomía del visitante, como si fueran un traje amorfo.

El homenaje a la cultura callejera se muestra en "Vendo caramelos", metros y metros de un entramado de hilo de todos los colores, cosido con la técnica del ganchillo, que conforman una serie de columnas que cuelgan del techo rellenas con bolas de plástico de colores.

Estas voluptuosas esculturas sostienen tambores típicos del carnaval brasileño, racimos de bolsas de caramelos y especias, grandes cocos verdes y latas de refrescos, con los que el artista quiere transportar al visitante a la bulliciosa vida de los vendedores ambulantes.

Para culminar la interacción, "Trueque trueque", donde se muestran objetos de la vida cotidiana que el visitante tendrá la oportunidad de reemplazar por otros que él mismo haya traído.

La muestra, patrocinada por Iberdrola, estará abierta hasta el 18 de mayo.