La solidez de una directora observadora

Mar Coll no se escapa de la esfera familiar que tan buenos resultados le dio en Tres días con la familia. En Todos queremos lo mejor para ella resalta la nueva vida de una mujer (espléndida Nora Navas, protagonista de Pa Negre) después de un duro accidente (omitido en la película). La cineasta procura madurar todos los apartados de la película para que la historia fluya por sí sola. Hecha con rigor y corrección, es posible que el espectador no sienta de forma impactante las perspectivas vitales de una mujer algo debilitada que prioriza su fortaleza mental. La corrección está asegurada: buenos actores y solvente guión. El problema proviene de ciertas exigencias: es demasiado observacional, y poco perturbadora. Peca de correcta cuando el material pide intensificar el incendio (y no que se quiera apagar tan rápido). Una mirada al proteccionismo familiar que defiende los sentimientos que son buenos para el colectivo. Es posible que sea una obra más madura de lo que parece, pero el filme provoca un seguimiento lineal, plausible y algo desmoralizador.