Green Day, de los gaztetxes al éxito mundial
El grupo repasará sus temas clásicos, de 'Basket case' a sus exitosas óperas punk, y estrenará en Euskadi su última trilogía, '¡Uno!', '¡Dos!' y '¡Tré!'
Se puede ser punk con 40 tacos y un éxito interplanetario? Billie Joe Amstrong, el vocalista y líder de Green Day sigue peleando por ese estatus en su vida personal, trufada de problemas con sus diversas dependencias, y a través de algunas de sus últimas canciones, como la más que evidente y furiosa 99 revolutions, que sonará el sábado, en el día de clausura del festival.
Ha pasado mucho tiempo desde la actuación de Green Day en el Gaztetxe de Laudio, en 1994. A pesar de ello, alguno de aquellos adolescentes que los vieron, hoy casi cuarentones, todavía se pegarán por avasallar con sus saltos el escenario de aquella banda -por entonces "todavía muy pequeña", recuerdan desde la dirección del festival-, que se ha convertido en un fenómeno intergeneracional y ha vendido varias decenas de millones de discos en las dos últimas décadas y media. "Es una marca de éxito que sabe atraer a las generaciones nuevas, a la vez que a sus fans de siempre, que tienen entre 35 y 40 años", apostillan los impulsores del festival.
Buena culpa de ello tuvieron discos como Dookie y Nimrod, editados a mediados de los 90 y trabajos que, siguiendo la estela abierta por clásicos de finales de la década de los 70, como Ramones, adaptaron el mensaje del punk melódico, junto a Rancid y The Offspring, a las nuevas generaciones. El grupo, ampliado a cuarteto con el guitarrista Jason White, lejos de desaparecer como otros compañeros de generación, se ha convertido en una banda estelar y de éxito internacional también en el nuevo milenio tras el éxito de American idiot, una ópera punk política cuyo éxito revalidó con el también épico 21st Century breakdown.
La trilogía de la "paja"
La actualidad del grupo, siempre convulsa por algún ingreso imprevisto de Billie en alguna clínica de desintoxicación, pasa por la publicación de su última trilogía discográfica en apenas medio año. Bajo el síndrome de Prince y sin haber separado el trigo de la paja, el cuarteto ha entregado nada menos que 37 canciones de sonido dispar. Es lo que tiene su punk pop para todos los públicos, que trata de sobrevivir con temas herederos de la magia de antaño -Stay the night, la más melosa Stray heart y la concienciada 99 revolutions, dedicada al movimiento Occupy- y otros que no dan la talla, incluido un tributo a Amy Winehouse y curiosidades como Nightlife y Kill the Dj. "Estamos en la época más prolífica y creativa en nuestras vidas. Esta es la mejor música que he escrito", ha defendido Billie. ¡Veremos!