DONOSTIA. Un acto que ha protagonizado el propio artista ha abierto hoy en la cámara foral guipuzcoana la exposición de estas piezas, que estará abierta al público también de forma permanente.

Son en total dieciséis esculturas en madera, dos menos que las que conforman la serie que Basterrexea donó al Museo Bellas Artes de Bilbao hace cuatro años, ya que de una de ellas no hizo maqueta y la otra fue vendida.

Estas piezas las cedió el creador vasco a la Diputación de Gipuzkoa, que a su vez las ha cedido a las Juntas Generales, donde tres de ellas han quedado expuestas en el salón de plenos y las restantes en su gran vestíbulo, junto a las placas que recuerdan a los procuradores Jaime Arrese, asesinado por los Comandos Autónomos Capitalistas, y Juan María Jáuregui, víctima de ETA.

Las esculturas han pasado unos años separadas, diez de ellas en el centro Gordailu de Irun, el centro destinado a la custodia del patrimonio cultural mueble de Gipuzkoa, y seis en casa del escultor.

Estas últimas han sido sometidas por Basterretxea a un proceso de restauración, tras resultar afectadas en el incendio provocado que en junio de 2005 arrasó varias plantas del edificio de la Hacienda Foral en Donostia, donde en ese momento estaban repartidas las obras.

RECUERDO DE LA MITOLOGÍA De su génesis, a partir de 1972, ha hablado hoy el escultor ante varias docenas de invitados al acto, entre las que se encontraban el exlehendakari Carlos Garikoetxea y artistas como Ricardo Ugarte, Koldobika Jauregi y José Antonio Sistiaga.

Tras las intervenciones, de la presidenta de las Juntas, Lohitzune Txarola, y la diputada foral de Cultura, Ikerne Badiola, Basterrexea ha dicho que un día cayó "en la cuenta" de que la "mitología/cosmología" del pueblo vasco "se merecía otro trato en el recuerdo que las viñetas que de vez en cuando publicaban las revistas".

A partir de ahí, comenzó a crear esta serie, que constituye una de las obras emblemáticas del arte vasco contemporáneo, apoyado en las investigaciones del antropólogo José Miguel Barandiaran.

Eran seres incorpóreos que en manos de Basterretxea tomaron forma abstracta, mitos como Aker Beltz-Macho Cabrío, Argizaiola Zuta-Luz de difuntos vertical, Bost Aizeak-Cinco Vientos, Idittu-Genio nocturno y Majue-Genio subterráneo.

El escultor ha explicado que, animado y guiado por Barandiaran, dio a esas deidades "una estética actual", pero "con las características de cada una de ellas.

"Es una mitología desconcertante, no es optimista, hay mucho dolor en ella, ha asegurado el artista, nacido en la localidad vizcaína de Bermeo en 1924 y residente en la guipuzcoana de Hondarribia.

Junteros de todos los partidos con representación en las Juntas Generales han asistido a este acto, que tras las palabras de Basterretxea ha concluido con un "aurresku".