COMPONER es un largo y tortuoso camino, parecido a escalar el Everest", asegura el músico Mike Oldfield, que sigue con la política de reediciones de su discografía con la publicación de sus trabajos Platinum y QE2, ambos con inéditos y sendos conciertos en directo. Además, el británico edita un doble CD, titulado Two sides (Universal), que agrupa sus composiciones más conocidas y exitosas. Oldfield reconoce que su canción Five miles out surgió "en un vuelo entre Barcelona y Donostia", y recuerda la presentación internacional de su trabajo Music of spheres en el Guggenheim, que encaró "cansado y desafinado".
Desde 2009, Oldfield ha reeditado Tubular Bells, Hergest ridge, Ommadawn e Incantations. Casi coincidiendo con su participación en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres, esta política de rescate prosigue con Platinum y QE2, disponibles en sendas ediciones estándar (CD), Deluxe (2CD) y también en vinilo (LP). El primero, que data de 1979, se grabó en Nueva York, en los míticos Electric Lay Studios, con músicos de sesión y se escoró hacia "el jazz rock", según su autor. Es el disco del famoso tema titular, dividido en cuatro composiciones, del atmosférico Woodhenge, del guiño irónico al punk de Punkadiddle y de la versión de I got rhythm, de Ira & George Gershwin.
Ahora se completa con un CD adicional de la gira del álbum, una jam session de Platinum en el estudio, el conocido Blue Peter y una remezcla actualizada de North star, con guiño a Philip Glass incluido. En el caso de QE2, para el que contó con Phil Collins a la batería, es el disco de la exitosa revisión del Arrival de ABBA, además de una versión de The Shadows. En él, Oldfield alternó su pasión por el folk celta con aires africanos e indios, y referencias a Bach, y ahora se completa con versiones en vivo de Polka y Wonderful land, y una remezcla actualizada de Shiva, además del CD en vivo de la gira de 1981.
En cuanto al doble CD Two Sides, su recopilatorio de éxitos, ofrece casi 180 minutos -19 composiciones- con lo más conocido de su discografía, desde el inicial Tubular bells - "la creación de la música fue la parte fácil, lo realmente complicado fue que alguien lo quisiera grabar", recuerda- hasta su reciente Music of spheres, su disco sinfónico de 2007, que presentó mundialmente en Bilbao, con un concierto en el museo Guggenheim.
"En esencia, es una colección de los temas que mejor representan lo que siento respecto de mi música. Es una selección de un trabajo que creo artísticamente relevante", indica el británico sobre Two sides, en el que reconoce las dificultades del proceso creativo. "Hay momentos en los que pienso que he logrado algo grande musicalmente, en muchos casos después de seguir un largo y, en ocasiones, tortuoso camino. Es parecido a escalar el Everest, ya que se tardan meses en alcanzar lo más alto de la montaña y debes estar preparado para bajar", apostilla el músico.
anécdotas El doble CD, que es bastante representativo de las querencias musicales de Oldfield, siempre a caballo entre el folk celta, el rock progresivo, la música clásica y hasta la electrónica, alterna sus composiciones instrumentales más conocidas - extractos representativos de Tubullar bells y Ommadawn incluidos- con sus canciones más pop, caso de Family man, Shadow on the Wall, To France e Islands, algunas lideradas por la voz de Maggie Reilly; éxitos como el instrumental Guilty y un guiño a su única participación en una banda sonora, The killing fields, en la que confiesa que el director usó la música para "vestir" escenas diferentes a las que había ideado Oldfield.
Los extensos comentarios incluidos en el doble CD sirven para revelar multitud de anécdotas sobre su obra. Como que Five miles out fue compuesta en "un vuelo entre Barcelona y Donostia"; que The lake surgió de su estancia en Suiza y que le recuerda "cómo aprendí a esquiar"; que Moonlight shadow fue fruto de una noche acompañado de "un vino de Burdeos y un diccionario de rimas"; o que Sentinel fue influenciado por el escritor de ciencia ficción Arthur C. Clark.