viena. Con motivo del 150 aniversario el nacimiento de Gustav Klimt, la pequeña localidad austríaca de Kammer abrirá las puertas de un nuevo centro dedicado al pintor de El beso. El museo, a orillas del lago Atter, ha sido posible gracias a la colaboración con el museo Leopold de Viena. Su objetivo es "documentar la relación especial de el artista con el lago Atter", declaró el director del museo, Peter Weinhäupl. Así, a través de pantallas táctiles, paneles informativos y una colección de dibujos, tarjetas postales y fotografías, se mostrará la vinculación de la región con la obra del pintor.
Además, el Centro Gustav Klimt se convertirá en el punto de partida de la ruta dedicada al artista, que recorre 15 localidades en los alrededores del lago Atter. Klimt realizó numerosos viajes a esta región junto a su compañera sentimental Emilie Flöge. Allí pintó algunos de sus paisajes más famosos, como Casas en Unterach, a orillas del lago Atter. Pero El beso es sin duda la obra más célebre del pintor y sigue atrayendo a millones de personas desde que fue visto por primera vez, en 1908. Enmarcado en rojo, el lienzo evoca una mezcla de melancolía y anhelo de amor. Nada que ver con lo que ocurría hace más de un siglo cuando muchos críticos lo tildaban de "obsceno" o "pornográfico".