donostia. Dos años después de la marcha de Joxean Muñoz y tras otros tantos concursos de selección desiertos, Tabakalera cuenta con una nueva directora cultural. Ane Rodríguez (Donostia, 1978) deberá invertir la experiencia acumulada en el Matadero de Madrid, ARCO y el MUSAC para relanzar un proyecto llamado a ser un referente internacional en materia de cultura contemporánea. Para este reto, Rodríguez contará con la ayuda de Haritz Azkarraga (Arrasate, 1973) un ingeniero técnico industrial que hasta ahora trabajaba como director técnico del Palacio Kursaal y que ocupará el puesto de gerente del Centro Internacional de Cultura Contemporánea.
Ambos tienen el respaldo inequívoco de la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Donostia, que poseen la representación mayoritaria en el consejo; sin embargo, el Gobierno vasco no quiso participar en las votaciones, aunque fuentes del Ejecutivo aclararon que su abstención "no es contra los nombres, sino contra el procedimiento". Lakua ya votó en febrero en contra de seleccionar un nuevo director cultural, porque entiende que primero debían definirse los contenidos del proyecto. La Diputación y el Ayuntamiento, gobernados por Bildu, apuestan sin embargo por tomar como base el plan confeccionado por Muñoz.
El consenso, por tanto, sigue siendo una asignatura pendiente, aunque la diputada de Cultura, Ikerne Badiola, la única autoridad que hizo declaraciones ante los medios de comunicación, quiso subrayar la "importancia" de un día en el que Tabakalera "ha dado un paso adelante". "Finalmente este proyecto que se ha visto paralizado en cierta medida en los últimos meses ha visto hoy la luz", precisó Badiola. "Hemos defendido siempre que era necesario la figura de un director para que el proyecto cultural se pusiera en marcha y a partir de hoy nos toca trabajar en equipo y al unísono", reclamó.
perfil "idóneo" Ane Rodríguez ha sido la elegida porque, según la diputada de Cultura "es muy solvente y nos parece que es la persona que Tabakalera necesita en este momento", el perfil "idóneo". En su trayectoria pesa más la relación con el arte contemporáneo que, por ejemplo, con el ámbito audiovisual, lo que fue, en sus inicios, el corazón original de Tabakalera, aunque en el currículo facilitado por el consejo se subraya su "estrecha vinculación con el cine y las artes audiovisuales" por su relación con el Zinemaldia, Arteleku o Manifesta.
Si como apuntó ayer Badiola el proyecto de Tabakalera va a descansar "evidentemente" en el que en su día ideó Joxean Muñoz, la nueva responsable del CICC dirigirá un espacio de más de 10.000 metros cuadrados.
La intención de la Diputación es que el proyecto se modele con el criterio de Rodríguez y también con la participación de los sectores culturales para procurar los tres objetivos que se mantienen inalterables desde 2007: "Transformar el panorama cultural, superar los desafíos en la era digital y conectar la cultura vasca e internacional". Habrá otros intangibles con los que la nueva directora tendrá que pelear, como conquistar la complicidad de la ciudadanía y la del propio equipo del centro. Por eso, las instituciones buscaban a alguien que "diera la vuelta" a esa sensación de desgaste y hastío, alguien que al aval del currículum sumara "una disposición valiente" y una "visión clara" de lo que se quiere hacer.