bilbao. Fiorenza Cedolins ha confesado que cuando le contó a su padre que se iba a dedicar al bel canto, este le respondió: "Serás una muerta de hambre y tendré que alimentarte hasta tu jubilación. Así que si deseas dedicarte al canto es cosa tuya". No acertó. Fiorenza Cedolins se ha convertido en la máxima representante de la tradición renovada del canto italiano y en una de las grandes voces de la lírica actual.

La soprano italiana ha regresado a Bilbao para protagonizar Luisa Miller, de Verdi, título que la ABAO pondrá en escena este sábado, el día 24, el 27 y el 30 de este mes, casi dieciséis años después de su última representación en el Coliseo Albia, en una producción de los teatros Regio di Parma, Di Torino y del Teatro Comunale di Modena. Se trata del tercer título de Verdi de esta temporada, que se incluye en el marco del ambicioso programa Tutto Verdi.

Jon Paul Laka, director artístico de la ABAO, recordó ayer durante la presentación de la primera ópera de este año, que Cedolins regresa a la capital vizcaina tras haber triunfado en sus dos anteriores participaciones en las temporadas operísticas de la ABAO, interpretando los papeles de Amelia en I masnadieri y el de Leonora en Il Trovatore, ambas de Verdi. Junto a la soprano italiana, una de las voces líricas más prestigiosas de la actualidad, protagonizarán los dos papeles principales masculinos del drama verdiano, el tenor italiano Fabio Sartori (en el rol del apasionado Rodolfo) y el barítono Juan Jesús Rodríguez (en el de Miller). El reparto se completa con la mezzosoprano Giovanna Lanza y los bajos Riccardo Zanellato y Felipe Bou.

El tercer drama de Giuseppe Verdi basado en Friedrich Schiller se estrenó en Nápoles el 8 de diciembre de 1849 y pertenece al final del primer período creativo del compositor, los "años de galeras" según su propia expresión.

Denis Krief es el encargado de dirigir escénicamente esta obra, que cuenta con la dirección musical de Riccardo Frizza. "No es una ópera popular como otras de Verdi. Es una ópera política, que está relacionada con los conflictos del siglo XIX en Europa, entre dos mundos que se enfrentan, el de los campesinos y el de una nueva burguesía, que se ha enriquecida de modos extraños. Como el conde Walther, que ha llegado a obtener el título matando y robando. Es una dualidad entre la honestidad, el respeto a las leyes, representado por Miller, el padre de Luisa, y este conde que no representa la ley. Como en el caso de Romeo y Julieta, los hijos acaban pagando los errores de sus padres", explica Denis Krief. Para el director escénico "en la obra hay un momento dramáticamente muy potente, al final del acto primero, cuando el protagonista, Rodolfo, hijo de Walter, le dice a su padre que si no le deja amar a Luisa, él le denunciará. El valor de Luisa Miller en aquella época fue crear esa sensación de miedo entre el público al relatar un drama en el que un hijo está dispuesto a denunciar a su propio padre ".

La dirección musical corre a cargo del maestro italiano Riccardo Frizza, quien regresa a la capital vizcaina para ponerse al frente de la Orquesta Sinfónica de Szeged y y el Coro de la Ópera de Bilbao, tras abrir la pasada temporada de ABAO-OLBE con Don Carlo.