bilbao. El alcalde de Bilbao y candidato a la reelección por el EAJ/PNV, Iñaki Azkuna, afirmó ayer que el Museo Guggenheim nació como una apuesta de las instituciones con "todo el mundo en contra" y fue una "apuesta maravillosa", por lo que "intentar matar la gallina de los huevos de oro y no poner Guggenheim me parece ridículo". Azkuna insistió en la idea, advirtiendo que "no hagamos la prueba porque vamos a hacer el ridículo, y el apoyo de la Fundación Solomon Guggenheim al museo de Bilbao es fundamental". Iñaki Azkuna hizo estas contundentes declaraciones en el marco de una conferencia que impartió en el Goaz Museum de Sabino Arana Fundazioa.
Durante su charla, titulada El futuro de Bilbao, el alcalde de la capital de Bizkaia aludió en varias ocasiones al Museo Guggenheim, que describió como "nuestro icono internacional". En el coloquio posterior y al ser preguntado por la polémica surgida alrededor de la tan cacareada renovación del contrato con el Guggenheim Nueva York, Azkuna afirmó tajante que "es una chorrada", y acto seguido recibió los aplausos de todos los allí congregados.
Azkuna indicó que, tras la crisis de los años 80, las instituciones vascas y bilbainas tuvieron que "reinventar la ciudad", y abundó en esta idea asumiendo que la "transformación no solo podía hacerse en el centro de la ciudad, sino también en los barrios, porque la ciudad debe desarrollarse de manera equilibrada, integral y completa".
El primer edil ha afirmado que su Gobierno municipal "ha conseguido pagar la deuda histórica", a la vez que "ha invertido mil millones de euros en los últimos ocho años y en los últimos cuatro, 600 millones", y se han concentrado todas las áreas en "dos grandes edificios", se han recuperado y construido equipamientos deportivos y "sobre todo, hemos hecho alianzas", con la Diputación vizcaína, el Gobierno vasco y el central, y "hemos internacionalizado Bilbao". Falta asegurar el acuerdo con la Fundación Solomon Guggenheim, previsto para 2014, un fleco abocado a la polémica, ya que el Departamento de Cultura del Gobierno vasco pretende poner en solfa la gestión del museo bilbaino mientras que la Diputación y el Consistorio están por la labor de renovarlo.