BERNAT Etxepare siempre pensó que sus palabras serían cantadas. Por eso, en la obra que publicó allá por 1545, echó mano, sobre todo, del verso. Pero jamás imaginó que su trabajo, una recopilación de quince composiciones en verso, precedidas de un prólogo en prosa, fuera a vivir tantas vicisitudes. Aunque él escribió Linguae Vasconum Primitiae (Primicias de la lengua de los vascones) para que fuera difundida entre los euskaldunes (y no todos), difícilmente hubiera imaginado el trayecto que ha recorrido la obra, un trabajo que ostenta el honor y la peculiaridad de ser el primer libro impreso en euskera.

Poco después de que Gutenberg diseñara la imprenta moderna (los chinos y los coreanos ya habían sentado las bases para el descubrimiento), un taller de Burdeos editaba el libro de Bernat Etxepare, que años después se salvó de la quema, ya que la Iglesia no vio con buenos ojos la frescura con la que el vasco trataba temas como el amor (aunque, en verdad, lo hizo de forma inocente).

El ejemplar superviviente ha permanecido durante los últimos años en la Biblioteca Nacional de París, y ahora se expone en el Parlamento Vasco, en Gasteiz. Etxepare ha regresado a casa 450 años después. El Parlamento Vasco acaba de inaugurar en su sede una exposición con el título Euskara jalgi Adi plazara (Que el euskera salga a la calle), que permanecerá abierta hasta el 31 de marzo y donde se recoge una colección bibliográfica de los siglos XVI y XVII, toda ella relacionada con la lengua vasca. Entre los ejemplares se encuentra el citado libro de Etxepare, "la joya de la corona", tal y como la describió el euskaltzain Xabier Kintana.

En total, la exposición muestra catorce de los libros más representativos de la historia y de la cultura vasca y del euskera en particular, entre los que destacan trabajos de Joanes Leizarraga, de Pedro de Axular y de Arnaut Ohienart. La práctica totalidad de los libros provienen de los fondos bibliográficos con los que cuenta el Parlamento.

La apertura de la exposición ha congregado en Gasteiz a representantes políticos y a miembros de Euskaltzaindia. La presentación concluyó con la lectura por parte de varios miembros de la mesa del Parlamento y de representantes de todos los grupos de la Cámara de unos versos del libro "estrella" de la exposición. Arantza Quiroga, presidenta del legislativo, destacó la labor efectuada por el primer presidente del Parlamento Vasco, Juan José Pujana, que ahora hace posible contemplar todos estos ejemplares juntos.

una obra singular Linguae Vasconum Primitae es una obra escrita en el dialecto bajonavarro del euskera, y los expertos opinan que esta circunstancia aclara que el autor no escribió para todos los euskaldunes, sino que lo hizo por dar a conocer nuestro idioma. En la obra se combinan asuntos religiosos y amorosos, con loas al euskera y algún que otro apunte biográfico donde relata su encarcelamiento en una cárcel de Bearn.

Bernat Etxepare fue un innovador en la elección de temas, y se le ha comparado con Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, que escribió el Libro del buen amor, aunque otros investigadores tienden a apuntar más alto y aseguran que la de Etxepare es una obra más moderna que la del Arcipreste. El presidente de Euskaltzaindia, Andrés Urrutia, defiende esta tesis e intuye que "Etxepare tenía conocimiento de las corrientes renacentistas de la época". "Además -prosigue-, Etxepare defendió nuestro idioma y lo hizo en euskera, no como otros muchos, que a lo largo de la historia también han defendido el euskera pero en castellano".