Síguenos en redes sociales:

Cuentos desde una cueva de brujas

El proyecto "Sorginzulo" acerca la mitología vasca a los bilbainos a través de un relato imaginario

Cuentos desde una cueva de brujasDEIA

UNA tarde cualquiera. La basílica de Begoña, emblema del Bilbao más tradicional y solemne santuario gótico que acoge a la patrona de la capital vizcaina, contempla la lucha entre dos hermanos. Lo hace entre leyendas, entre crímenes y pecados pasados, entre dioses de la añeja Vizcaya. Porque ellos, el par de guerreros, son hijos de Mari, diosa suprema de la mitología vasca, que se disputan el poder de su madre en una batalla fratricida de la que dependerá la supervivencia de los humanos. Así, el bien y el mal, la bondad de Atarrabi y la maldad de Mikelats, evocarán a personajes remotos, pero todo ello en el Bilbao vigente.

Con este argumento que acerca a la posible expiración de los tiempos y que remite a una tradición milenaria, el proyecto bilbaino Sorginzulo fue el ganador de la tercera edición del Concurso de Ideas Redondas del Área de Juventud y Deportes del Ayuntamiento de Bilbao. El premio, consistente en 3.000 euros, más un accésit de otros 2.000, era perseguido para llevar a cabo la adaptación de algunos personajes de la mitología vasca al Bilbao actual. Así, a través de esta idea, jóvenes artistas de diferentes ámbitos se han unido para materializar una idea ambiciosa que aglutina la literatura, fotografía, vídeo o ilustración. Disciplinas que se complementan desarrollando un trabajo creativo plasmado en un vídeo, exposiciones fotográficas, un libro y un espacio web. Sorginzulo, como significado, es una representación de la esencia de esta reunión de creadores: una asamblea de gente multidisciplinar capaz de llevar a cabo numerosas funciones. Como su propio nombre, una cueva de brujas de la que emergen personajes mitológicos que van quedando en desuso. Con la idea concretada, se presentaron al concurso del ayuntamiento bilbaino con ganas, puesto que era un trabajo que agrupaba a numerosas personas. "Vimos posible ganar y pensamos que teníamos que ir a por todas para conseguirlo", aseguran. "Hay que perder el miedo a preguntar y a intentar llevar a cabo una idea porque luego te puedes sorprender de lo que la gente se puede llegar a volcar en ella". Cuando les comunicaron que eran los ganadores, su alegría fue inmensa. "Nos pusimos inmediatamente en marcha", aseguran tajantes. Sin embargo, hasta recibir la noticia, una sombra de duda al pensar en el resto de participantes y sus proyectos les advertía de qué podría suponer quedarse fuera. "No por ello hay que dejar de intentarlo o incluso presentarse al año siguiente en caso de que no salga a la primera".

Pero Sorginzulo es una fusión de la energía y dinamismo de varios creadores. La historia ha corrido a cargo de Mikel Dorna, Borja Rodríguez, Ainhoa Gracia, Nerea Hernández y Luis A. Sánchez, aunque han colaborado muchos más. Su objetivo era "acercar personajes de la mitología vasca a los jóvenes bilbainos". "Es complicado explicar cómo surgió el proyecto", confiesan. Echando la vista atrás, recuerdan su apuesta en común que abarcaba multitud de disciplinas y personas "aficionadas y profesionales". Todos ellos han dedicado un gran esfuerzo e incluso materiales y recursos para sacar adelante el proyecto con toda la vivacidad posible. Un papel esencial lo han jugado los correctores. Con minucioso conocimiento de las leyendas vascas, han dotado a la historia de coherencia y han aportado rasgos repletos de magia, como conjuros o relatos complementarios.

Haciendo uso de la quimera y la imaginación, fueron construyendo el extenso proyecto. "Pensamos en hacer un libro que narrara una historia imaginaria basada en estos personajes, un sitio web que diera a conocer no sólo la historia, sino todo aquel material obtenido durante el proceso de trabajo, como vídeos y fotos, y una serie de exposiciones de fotografías e ilustraciones", explica Ainhoa Gracia. La idea fue germinando poco a poco y hacinando a multitud de colaboradores, como la academia Make-up Camarena, el Museo Vasco o la escuela de fotografía IMVAL. Todos ellos han perfilado a personajes de antaño reconocibles en su esencia. Para dar vida a los protagonistas han sido necesarias muchas horas de trabajo. Sin duda, Sugar fue el más complicado. Cuatro maquilladoras y cinco horas fueron necesarias para recrear a la deidad capaz de crear y destruir, y de transformarse en serpiente o un amenazador dragón. "Queríamos que resultasen atractivos al público joven".

Conservar los orígenes Su objetivo es despertar el deseo de indagar en los orígenes de los protagonistas, en la tradición de la cultura vasca. "Contamos con veinticinco modelos y con diverso público que se acercó a visitarnos principalmente durante las sesiones del parque de Doña Casilda y de la Plaza Nueva. Nunca faltaron niños sorprendidos viendo a Basajaun o a Aker", recuerda Gracia. Desde el pasado mes de noviembre se acercan al público de otro modo, a través de exposiciones.

Los integrantes de Sorginzulo son de carácter emprendedor. Prueba de ellos es que antes de finalizar este proyecto, ya barajaban nuevos planes, renovadoras ideas en las que será esencial escribir, dibujar o hacer fotografías, aunque todo ello está aún sin matizar, por lo que su propósito es, por el momento, dar a conocer su más reciente trabajo. "Creemos que en la actualidad se ha perdido gran parte de la tradición y leyendas que versan sobre nuestra cultura y que continúan perdiéndose a pesar de haberse puesto relativamente de moda la mitología por algunas películas, como es el caso de la mitología griega".

Dada la riqueza de la cultura que posee el territorio vasco, Sorginzulo invita a indagar en historias y leyendas que van quedando poco a poco olvidadas, arrinconadas en la actual sociedad. "Algunas de las cosas que más nos encandilan hoy en día, como películas de fantasía, nada tienen que envidiar a la cultura y tradición vasca que tenemos aquí".