donostia. La obra de Dashiell Hammett constituyó un decisivo material para Hollywood y contribuyó a crear una nueva forma de cine negro. El espíritu de sus novelas aportó "la dureza, la ambigüedad , el testimonio social, la crispación narrativa y la densidad temática" que ayudaron a revitalizar el género.

Es la opinión del estudioso Javier Coma, que también recuerda que, más que guiones, Hammett prestó argumentos e historias para filmes que otros escribieron y dirigieron. Así, por ejemplo, ideó, entre otras, la historia de Las calles de la ciudad (1931) de Rouben Mamoulian y en 1951 casi llegó a escribir el guión de Detective Story de William Wyler.

En 1931 la Warner adaptó El halcón maltés bajo la dirección de Roy del Ruth y el cineasta William Dieterle hizo lo propio en 1936. Cinco años después, John Huston debutaba como realizador con la más conocida versión cinematográfica de la obra, protagonizada por Humphrey Bogart en el papel de Sam Spade.

La historia de El hombre delgado fue llevada al cine por W.S. Van Dyke en 1934 y tuvo media docena de secuelas en las que William Powell y Myrna Loy continuaron insuflando vida a los personajes de Nick y Nora Charles.

La llave de cristal fue adaptada por Frank Tuttle y Stuart Heilser en 1935 y 1942, respectivamente, y parece que inspiró a los hermanos Coen para una de sus obras maestras: Muerte entre las flores (1990). Igualmente, Cosecha roja ha tenido diversas adaptaciones, algunas de ellas no reconocidas, como Yojimbo (1961), en la que Akira Kurosawa llevó la acción a la época de los samurais; Por un puñado de dólares (1964), un spaguetti western de Sergio Leone con Clint Eastwood; y El último hombre, dirigida por Walter Hill y protagonizada por Bruce Willis.

Hammett también participó en numerosos programas de radio y en el guión del cómic Secret Agent X-9, pensado para competir con el exitoso Dick Tracy.