El público responde a la censura con un premio para la polémica "A serbian film"

Donostia. Inaudito. El público de un festival distingue a una película que no ha sido exhibida por estricta orden judicial. Tras conocerse el auto de un juzgado de Donostia que el jueves ordenó la suspensión cautelar de las dos proyecciones de A serbian film, los espectadores se reunieron en el Teatro Principal, cuando estaba previsto el primer pase, y decidieron responder a la censura con un galardón especial para la cinta, "por convertirse sin ser proyectada en símbolo de la libertad de expresión".

José Luis Rebordinos opinó que la película, pese a la violencia y el sexo extremo, "ha de poder proyectarse ante un público adulto", pero afirmó que la Semana acata la sentencia y está ya colaborando con la justicia, que investiga de oficio si el filme incurre en un delito contra la libertad sexual. El aún director de la Semana recordó que "todo es discutible y debatible", pero añadió que la cinta ha participado en un sinfín de certámenes internacionales. En algunos de ellos ha cosechado importantes galardones, como en el Festival Fantástico de Montreal o en el de Vrnjacka Banja, donde obtuvo el primer premio y un Fipresci al mejor guión otorgado por la crítica internacional. En su opinión, A serbian film no defiende los delitos sexuales y, al margen de sus imágenes brutales, concluye con un juicio moral más bien conservador. Rebordinos lamentó que la polémica en torno al filme serbio haya relegado a un injusto segundo plano al resto de cintas proyectadas este año. La ganadora del Premio del Público fue, contra todo pronóstico, Black Death, un notable trabajo del británico Chris Smith ambientado en la Edad Media, con un grupo de caballeros cruzados que persiguen destruir un pueblo pagano. Boogie, el aceitoso, del argentino Gustavo Cova, ha ganado el Premio al mejor Largometraje de Animación, creado este año para atraer al festival un mayor número de cintas animadas.