bilbao. Las reacciones a la conferencia del viceconsejero de Cultura Antonio Rivera hace tres semanas en un simposio de Brasil en la que cuestionaba el Guggenheim Bilbao, no se han hecho esperar. Las críticas llegaron ayer desde la Diputación de Bizkaia, el PNV, Aralar, la Fundación de Amigos del Museo e, incluso, desde el seno del mismo PSE. También desde el PP se aseguró que, aunque puedan estar de acuerdo con algunas las reflexiones del viceconsejero, "en un foro internacional, a parte de tener que resaltar lo bueno, los planteamientos hay que hacerlos con prudencia porque pueden ser mal entendidos".
Tal y como publicaba ayer este periódico, el número dos de Cultura aprovechó su intervención en Brasil ante numerosos expertos de todo el mundo para arremeter contra el Guggenheim. Rivera cuestionó el museo de arriba a abajo, tanto el acuerdo con la Fundación neoyorquina como la gestión, y otorgó a las instituciones vascas el papel de "meros pagadores".
En una entrevista realizada ayer en Onda Vasca, el diputado socialista Josu Montalbán afirmaba rotundamente que "hay cosas que no pueden ponerse en entredicho en ningún sitio". "Yo soy del PSE, pero diría que también el PSE tiene que poner un poco de orden aquí, porque las consecuencias de este tipo de declaraciones desde luego son muy importantes para los socialistas de Bilbao. Eso me parece muy grave". Moltalbán añadía que "no sé si (Antonio Rivera) tiene alguna idea para poner sobre la mesa. Si la relación con la Fundación puede hacerse de otra manera, pues bueno, que la ponga sobre la mesa, pero en todo caso no puede ir por ahí haciendo declaraciones en contra de lo que ha sido un fenómeno en Bilbao, un fenómeno muy importante desde el punto de vista económico y cultural".
Más contundentes aún fueron desde la Diputación Foral de Bizkaia. "Si hubiera un mínimo de dignidad, debería presentar su dimisión", manifestó Juan Mari Aburto, portavoz de la institución foral y diputado de Acción Social, en una entrevista en Onda Vasca. "Si en un Consejo de Administración de una empresa, alguno de sus consejeros hiciera unas declaraciones como éstas, no tengo ninguna duda de qué es lo que ocurriría. Si hubiera un mínimo de dignidad, debería ser él mismo quien ante esta situación tomara la decisión de dimitir. Seguramente, eso no ocurrirá. Por lo tanto, confío en que desde el ámbito parlamentario se puedan realizar iniciativas tendentes a que la cultura en este país siga por el camino que entre todos habíamos decidido", aseguró Juan Mari Aburto.
Aburto calificó las declaraciones de Rivera como de "una de las mayores barbaridades que yo he tenido ocasión de escuchar o de leer en los últimos años. Si algo tenemos claro, si en algo no hay dudas, si algo está fuera de discusión del tráfico político, incluso en estos momentos o hasta estos momentos, es el éxito del Guggenheim y la actividad tanto cultural como económica generada en torno al mismo. Es en estos momentos, con la presencia de este Gobierno y de este viceconsejero, cuando alguien pretende decir que lo que es negro es blanco y lo que es blanco es negro".
"rezuma odio" Por su parte, la parlamentaria de EAJ/PNV Leire Corrales también mostró su asombro por las críticas del viceconsejero y afirmó que Rivera "rezuma odio" hacia la labor de los gobiernos liderados por el partido jeltzale. Corrales aseguró que las declaraciones de Rivera son "simplemente repugnantes y muestran a las claras la irresponsabilidad institucional a la que nos tiene acostumbrados el Gobierno López". Rivera "exporta la polémica allá donde va y el perjuicio de imagen al que ha sometido al Museo Guggenheim Bilbao con estas declaraciones no son admisibles en un representante del Gobierno vasco".
Para la parlamentaria jeltzale, "el señor Rivera, aparte de ser representante del Gobierno vasco, también forma parte del Consejo de Administración del Museo Guggenheim, por lo que su irresponsabilidad es doble".
También Pilar Aresti, presidenta del comité de Amigos del Guggenheim y conocida militante del PP, se refirió en términos críticos a la actuación de Rivera. Aresti dijo estar "alucinada" por las declaraciones, en las que Rivera aseguraba en el prestigioso foro internacional que el foco de atracción turístico más importante de Euskadi es, para la ciudadanía que vive con el Guggenheim, "poco más que un objeto o un dibujo en el cielo del que, eso sí, se sienten muy orgullosos... aunque no lo visiten nunca". Pilar Aresti recordó que "el Guggenheim tiene casi 15.000 amigos del Museo, más patronos, patronos institucionales, miembros de honor, etc. Somos en número de amigos el primer Museo del país, del Estado. Creo que esta gente no se merece semejante trato y tampoco nos lo merecemos todos los vizcainos y toda la gente que gracias al Guggenheim está trabajando en el País Vasco porque esto no sólo ha servido de revitalización para Bilbao. Ha servido también para todo el País Vasco".
Para Pilar Aresti, Antonio Rivera tendría "que dar explicaciones, y también especialmente su partido, cuyos cargos institucionales participan en el Guggenheim de una forma, no digo activa, en este momento, pero que participan".
"debe guardar sus opiniones" El juntero popular Arturo Aldecoa también tiene muy claro que, aunque coincide con Rivera en aspectos como que hay que reforzar el protagonismo de las administraciones vascas en la nueva negociación con la Fundación neoyorquina, él nunca hubiera dado esa conferencia en Brasil. "En realidad, la intervención de Rivera es más para un artículo de opinión en una revista de arte. En un sitio de carácter internacional, yo hubiera destacado dos cosas, el éxito del museo, que evidentemente es un orgullo para todos, pero habría advertido a los que estaban allí que este modelo no se puede aplicar en cualquier ciudad, porque depende de muchos factores: del consenso social, del momento histórico, acertar con el edificio... Puede ser un gran éxito o un fracaso. El Guggenheim ha sido un éxito".
Para el representante de Aralar Iñaki Aldekoa, "un cargo público debe guardar sus opiniones. Rivera confunde su condición de viceconsejero con su anterior condición de opinador-intelectual, y estos son dos planos que conviene mucho diferenciar, porque si no se diferencian, ocurren estas cosas".
Mientras, el portavoz del PSE en Bilbao, Txema Oleaga, dijo que no conocía el contenido de la conferencia, pero mostró sus "dudas" a que "en este país alguien pueda considerar que el Guggenheim sea algo negativo. Por eso creo que la polémica debería desaparecer. Hubo una resolución plenaria que todo los grupos apoyamos y que yo defendí, apostando por la renovación del convenio con Nueva York".
DEIA intentó ponerse en contacto ayer con el viceconsejero pero no obtuvo respuesta alguna.