santANDER. El actor Rafael Álvarez, El Brujo, que lleva décadas dando vida a Lazarillo de Tormes, El Quijote y a otros clásicos de la literatura española, está convencido de que en el Estado español "la interpretación ha pegado un gran bajón de calidad", especialmente en cine y televisión. "Las series están llenas de actores mediocres que no conocen el teatro", afirmó en una entrevista con Efe.

Riendo, como quien no da crédito a lo que ocurre, El Brujo citó como ejemplo la exitosa serie de época de TVE Águila Roja, y a sus actores, que "hablan como si estuvieran pidiendo una Coca-cola en el chiringuito". "No crean la atmósfera de época con el lenguaje, lo mismo que se crea con los espadas, con los caballos". Algo que, indicó, no ocurre en otros países como el Reino Unido. En la ficción inglesa Los Tudor, los actores dicen el texto "estupendamente: con entonación, con tono, de una manera rítmica, de una manera musical, de una manera interpretativa, de una manera dramática". En definitiva, "de una manera muy teatral".

Según el actor, el problema es que en el Estado hay una generación de profesionales "que se ha formado únicamente para hacer televisión y cine", intérpretes que "arrastran las frases" cuando quieren expresar duda. Según El Brujo, "se ha tratado de crear una escuela de falsa naturalidad, una escuela de vulgaridad".

Él recuerda las interpretaciones de José Luis López Vázquez, Fernando Fernán Gómez, Arturo Fernández..., actores de una generación anterior a la suya, que "son una maravilla". "Tú los ves en una película mala y engrandecen la película. Le dan una dignidad impresionante a cualquier tontería que hacen", concluyó.