Bilbao. Desde su formación, hace ya unos seis años, el trío Marlango se ha caracterizado por realizar una música exquisita, lujosa y algo oscura y nocturna. Ahora, en su cuarto disco, titulado Life in the treehouse (Universal), el grupo ha virado de dirección y ahora transita por los caminos más alegres y pop de su carrera. Quizá tenga que ver con la reciente maternidad de dos de sus miembros, uno de ellos la vocalista del trío y también actriz Leonor Watling. "Hemos recorrido el camino de la melancolía a la alegría", aseguran. Marlango actúa esta tarde en el Teatro Arriaga de Bilbao.
Marlango, trío que debe su nombre al personaje de una oscura canción de Tom Waits, ha vivido desde su formación, en 2004, un proceso de cambio y maduración constante. De un sello independiente pasó a una multinacional, y su exquisitez melancólica inicial, heredera del jazz suave, se ha ido enriqueciendo con la entrada de las guitarras y la electrónica a una música inicialmente liderada por el piano de Alejandro Pelayo, bien secundado por la trompeta de Oscar Ybarra. "Lo nuestro puede gustarte o no, pero es un proyecto honesto y sincero", indicó Pelayo en declaraciones a DEIA.
Mutaciones Proyecto abierto a las mutaciones, Marlango se haya inmerso en la gira de presentación de su cuarto disco, Life in the treehouse, "una polaroid" de los últimos años de los integrantes de Marlango. Tanto Alejandro como Leonor han tenido sendos hijos hace dos temporadas. Ella con el también cantante Jorge Drexler. Y eso, quieras o no, te cambia la vida. Primero, la personal; después, la profesional.
"Este disco contiene el resumen de una parte de nuestra vida, tanto a nivel musical como personal. Funciona como un diario de las cosas que nos han pasado y de las cosas que nos gustaría que nos pasaran", explica Alejandro.
Quizás por ello, el último disco del trío se abre a las composiciones más amables, positivas, directas y pop de toda su carrera. Destila "más ligereza", reconoce Pelayo. Las once composiciones de Life in the treehouse suenan sencillas, cortas, limpias, más accesibles gracias a sus estructuras pop y con tantas guitarras como pianos. "Son más sencillas y limpias desde el punto de vista estructural y armónico", reconocen los componentes del grupo sobre temas con el primer single, The long fall, y canciones como I don"t really want to know y To many ways.
Desconectar El disco, cuyo título (La vida en la casa del árbol) alude "un sitio para desconectar de la realidad y ver las cosas con cierta distancia", explica Leonor, cuenta con múltiples colaboraciones, entre ellas las del dúo Pereza, Suso Saiz, Ben Sidran, Rufus Wainwright y, como resulta inevitable, Jorge Drexler, pareja sentimental de Leonor desde hace varios años. El trío, que sigue defendiendo que "el reto no es vender discos, sino publicarlos", espera poder alargar lo suficiente la gira de presentación del disco, para cumplir el sueño de actuar "en Alemania o Japón".