nueva york
LA historia de los vascos que, a principios del siglo XX emigraron a Estados Unidos, protagoniza una muestra organizada en Ellis Island, la pequeña isla junto a la Estatua de la Libertad que durante décadas sirvió de aduana a quienes buscaban nuevas oportunidades en este país.
"Esta exposición trata de poner en valor la contribución que todas esas personas han hecho a la sociedad estadounidense", explicó el secretario general de Acción Exterior del Gobierno Vasco, Guillermo Echenique, quien ha viajado a Nueva York para inaugurar la muestra.
La exposición Hidden in Plain Sight: the Basques (Escondidos a plena vista: Los vascos) podrá visitarse hasta el próximo 9 de mayo para dar a conocer la lengua, las costumbres y los valores de los vascos, así como cuáles fueron las causas que los empujaron a emigrar a este país. Habilitada en 1892, esta isla se convirtió en el principal centro de control de inmigración federal de Estados Unidos y se mantuvo operativa hasta 1954, un periodo en el que procesó la entrada en este país de más de doce millones de inmigrantes que llegaban a las costas estadounidenses en barco.
A partir de 1954, su principal edificio, donde ahora se presenta la muestra sobre la migración vasca, permaneció abandonado durante más de treinta años, hasta que fue reformado y abierto como museo en septiembre de 1990. Hoy en día, el 40% de los estadounidenses pueden seguir el rastro de su ascendencia a través de la documentación que guarda este museo.
más de 50.000 vascos La muestra inaugurada ayer es "una oportunidad única para mostrar al mundo quiénes somos en verdad los vascos: personas trabajadoras, luchadoras incansables, tolerantes y abiertas al mundo", aseguró Echenique.
Patrocinada por el Gobierno vasco y por el Museo Vasco y Centro Cultural de Boise (Idaho), la muestra fue inaugurada por Lucy Garate, emigrante vasca que llegó en 1920 a Ellis Island y que actualmente vive en Nueva York. En la actualidad, en este país viven más de 50.000 vascos.
Además, está prevista la actuación de la solista donostiarra Amaia Arberas, el coro Biotzetik y el grupo de dantzaris Oinkari, estos dos últimos procedentes de Idaho.
La presidenta del Museo Vasco y Centro Cultural de Boise, Patricia Lachiondo, también acudió a la inauguración de una muestra que se espera que visiten unas 300.000 personas y que está distribuida en seis salas donde se reparte todo tipo de material, desde fotografías antiguas hasta grabaciones audiovisuales. Así, se pueden contemplar piezas de arte vasco y objetos que estos viajeros traían consigo cuando decidieron dejar Euskadi, entre 1892 y 1954, para empezar una nueva vida en Estados Unidos.
En otra de las salas se exponen también imágenes de caseríos, la costa, paisajes de montaña, industrias e iglesias de Euskadi, para mostrar cómo era el mundo que estos emigrantes dejaron atrás.
También se pueden ver un vídeo del bombardeo de Gernika, el 27 de abril de 1937, fotos del árbol de Gernika y una reproducción de la famosa obra del pintor malagueño Pablo Picasso (1881-1973). Muchas de las fotografías muestran pensiones, frontones, hoteles y restaurantes vascos habilitados en Estados Unidos, para dar una idea de la influencia de esta cultura reflejada en nombres de lugares y negocios desde Florida a Oregón. También se muestran fotografías actuales como el Guggenheim o Chillida-Leku. Este montaje se trasladará en mayo a Boise con motivo de la celebración del Jaialdi, que se celebrará entre el 28 de julio y el 1 de agosto.