Si solo se va a visitar una vez la selva de Irati, hayedo-abetal vasco casi único en Europa, mejor hacerlo ahora, con la llegada del otoño, cuando resplandece en esta estación, que realza toda la belleza de este paraje navarro al verse teñido de colores amarillos y ocres. Además, propone múltiples senderos, ascensiones, caza, pesca y una rica gastronomía. “Siempre que me acuerdo de Irati se me ponen los pelos de punta”, recordaba Hemingway. Y eso que el escritor se perdía por el bosque en verano, concluido San Fermín, no ahora, en pleno otoño, cuando la estación da realce a toda la belleza de este hayedo-abetal vasco, con su espléndida bacanal de colores.
La selva de Irati está ubicada en el extremo occidental de Pirineos, en Nafarroa, en un espacio cercado por bellas localidades como Otsagabia, Izaba, Jaurrieta, Ezkaroze, Orbaizeta o Abaurrepea. Segundo hayedo-abetal más extenso y mejor conservado de Europa tras la Selva Negra alemana, es una mancha verde de 17.000 hectáreas en estado casi virgen, en contacto con los valles de Aezkoa y Salazar, y con testigos silentes como son las montañas Ori y Abodi. Los colores amarillos y ocres reinan ya en Irati. Da igual si se accede por Orbaizeta u Otsagabia, ambas a una hora en coche desde Iruñea, porque allí esperan el bosque, sus frutos, los senderos, la hierba, el rumor del agua en el río o el embalse de Irabia.
Cualquier paseo permite disfrutar de su valor ecológico incuestionable, y avanzar por sus senderos balizados supone un encuentro constante con tupidos hayedos, pastizales, abetos y frescas aguas que pintan un paisaje de colores vivos en mutación constante. Especialmente las reservas de Mendilatz y Tristuibartea.
Irati es un festín para quien disfrute de la naturaleza al aire libre. Cuenta con 16 senderos balizados y seleccionados para sorprender con la belleza del entorno en cada recodo y con un panel informativo adicional. Ninguno supera la decena de kilómetros, lo que les hace aptos para todas las edades y estados físicos.
montañismo Conviene no olvidar que también se pueden realizar ascensiones a los diferentes montes de la selva y su entorno. Los principales son Urkulu, de 1.420 metros de altitud; Mendilatz (1.340); Okabe (1.470); y Ori (2.017). La página web oficial de Irati plantea ofertas en gastronomía, restaurantes, alojamiento y recorridos a pie, en bicicleta y con raquetas de nieve y esquís. Conviene pasar por el Centro de Interpretación de Irati, sito en Otsagabia, antes de perderse entre tilos, avellanos, olmos y sauces o de disfrutar con la visión de reyezuelos, petirrojos, truchas, zorros o jabalíes.