Con el grupo getxotarra Dynamo sucedió, a finales de la década pasada, como con tantos otros. Algún premio y concierto de campanillas, mucha exposición pública… y el olvido sin llegar a grabar el esperado debut discográfico. De aquellas cenizas emerge ahora Antonio Garamendi, uno de sus miembros, cantante y teclista, que tras una labor callada expone su debut homónimo, que ha salido a la venta esta semana y sonará mañana en el Kafe Antzokia de Bilbao.

Dynamo surgió en 2007 en Getxo, impulsado por cuatro jóvenes con influencias diversas, que iban del rock progresivo o sinfónico al rock de los 90 de Smashing Pumpkins. Gracias un EP autoeditado, en el que sobresalía el tema Birds, dieron el "campanazo" en el concurso estatal Heineken Greenspace, en el Villa de Bilbao y Euskadi Gaztea, y llegaron a actuar en el Bilbao BBK Live. Y después… la nada. El disco previsto para 2008, grabado y con 12 temas, nunca llegó a ver la luz. Garamendi -así se presenta el proyecto- decidió cambiar de rumbo y empezar de cero con su nuevo proyecto en solitario, que ahora cristaliza con su debut. Incluye 12 canciones, "una mezcla de melodías pop, intensidad rock y arreglos sinfónicos, con letras que nacen de todo lo vivido durante el proceso de composición", asegura. Precedido por Colores, su canción más pop y comercial, un tema positivo sobre la singularidad de las personas, está cantado principalmente en castellano, aunque al final del CD regresa al inglés de su banda anterior, y combina los aires brit-pop -principalmente de Coldplay y, sobre todo, de Keane cuando los teclados y pianos ganan la partida- con pasajes más rockeros, en caso de Afinación C y Humo y pólvora, y sobresalen cortes como La niebla, en el que se adivina los ecos sinfónicos de su educación musical, mamada de las cintas de Genesis, Supertramp y Pink Floyd que había en su infancia en casa. Dice ser "un capitán buscando tripulantes". !Buena singladura!